Mi odioso duque omega ( trilogía corta Palacio de Cristal I)

16

Tanto Lyon como Ashary se mantuvieron en silencio, sobre todo este último que no podía hacerlo dado que la mano del otro estaba sobre su boca y apretando incluso su nariz. Lo peor no se había dado cuenta pues estaba al tanto de la persona que revisaba donde ellos habían estado antes.

Además, el cuerpo de Lyon cada vez se pagaba más al de él presionándolo contra la pared a su espalda haciendo que soltara un leve quejido de protesta. Esta, tras el accidente se había vuelto realmente sensible y un problema.

Al menos el sonido hizo que Lyon reaccionara y lo mirara, por suerte aquel estudiante ya se estaba alejando. Lyon quitó la mano y Ashary tomó una profunda respiración.

-Córrete- le dijo con los dientes apretados y poniendo sus manos sobre el pecho de Lyon para empujarlo hacia atrás, aunque este último apenas se movió, más bien se estremeció.

Lyon no supo por qué, pero aquella palabra le había sonado en su cabeza con otro sentido y al momento tuvo una imagen extraña y fugaz, con Ashary en otra posición y hasta un tono de voz más... que lo hizo incluso sonrojar. Al momento se pateó mentalmente ante aquello. ¿En qué demonios estaba pensado? Malditas hormonas adolescentes.

Mientras, el ceño de Ashary se frunció, ajeno a lo que pasaba en la cabeza del otro chico. El cuerpo del otro era notablemente más duro que antes, los músculos bajo la tela eran sólidos y grandes, a diferencia de él... que apenas si se podía ejercitar sin que los músculos de la espalda le tiraran.

Entonces se percató de que habían estado mucho tiempo en la misma posición y que estaba perdiendo tiempo, incluso podía sentir el aliento del otro sobre su mejilla.

Giró su rostro al otro lado mirando por el borde notando que ya no había nadie y maldijo. Si perdía esta oportunidad todo el trabajo hecho hasta el momento sería en vano. No podía dejarlo pasar.

-Lyon, aléjate, tengo cosas que hacer- le dijo, pero no recibió respuesta.

Entonces giró su rostro encontrándose con los orbes de Lyon donde el dorado amenazaba con cubrir todo su iris. Las aletas de su nariz se movían ligeramente. Un estremecimiento recorrió a Ashary y frunció el ceño. Parecía estar entrando en su estado más intuitivo. Eso era un problema, no estaba para tratar con un futuro alfa puberto, que dentro de poco seguramente se manifestaría.

Así que... acto seguido

Plash.

Su mano golpeó la mejilla del otro chico sonoramente dejando una marca roja y haciendo que el rostro de este se girara dejando una expresión de impresión.

-A mí no me vengas a amenazar con tu mirada y sal de tu nebulosa, y muévete de una vez, tengo cosas que hacer y estás en el camino- una vena le palpitó en su sien.

Estaba cansado por apenas haber dormido en toda la semana y ahora Lyon le estaba arruinando los planes cuando estaba tan cerca de su objetivo.

Entonces un gruñido se escuchó y Lyon lo miró de reojo notablemente molesto. Se movió rápido y agarró con fuerza la muñeca de Ashary que lo había golpeado y la pegó con fuerza al costado de la cabeza de este y presionó entre sus dedos la quijada del rubio, inmovilizándolo.

-¿Qué demonios te pasa?- su gruñido casi hizo que Ashary se preocupara por si lo escucharían y descubrirían, por lo demás no le importó.

No le tenía miedo a Lyonhart, aunque sí se pudo percatar de algo. Por mucho que tiró de su mano no pudo moverla. Los músculos del príncipe no solo tenían tamaño... se había hecho realmente más fuerte, físicamente mucho más que él. Eso era un problema, porque era lo suficientemente inteligente para saber que podía ganarle en muchas cosas, pero en ese momento, en un enfrentamiento físico estaba en desventaja.

Maldijo su propio cuerpo. Por lo que debía actuar de la forma más sensata en ese momento.

-Acaso no me escuchaste, suéltame, tengo que seguirlos- su rostro mortalmente frío sin mostrar que los dedos en su rostro dejarían marcas.

El ceño de Lyon se hizo más fuerte dándose cuenta que por un momento había perdido el raciocinio y si no fuera por su mejilla palpitante en ese momento quizás hubiera hecho algo de lo que se hubiera arrepentido después.

-¿Por qué estás interesado en seguirlos?- su mano se apretó más contra la muñeca. Sus ojos fulminando al rubio- ¿Qué estás tramando? ¿Por qué viniste a la academia? ¿Qué estás escondiendo Asha?

Vaya momento para un interrogatorio. Ashary no tenía tiempo para eso. Escuchaba como se alejaban las personas y perdería por completo la oportunidad. Realmente quiso patear a Lyon en ese momento, pero lo conocía lo suficiente para saber que no sería liberado a menos que hablara. Tampoco había contado con que Lyonhart estaría allí en ese momento.

Cerró sus ojos y suspiró. Debía dejar su orgullo de lado en ese momento. Lo más importante era su cometido así que alzó la mano que tenía libre y agarró en el puño la camisa de Lyon y tiró de este hacia adelante, sus narices casi se tocaron en el proceso.

-Escúchame bien- habló en voz baja de tal forma que solo ellos podían escucharse. Pudo sentir como el cuerpo de Lyonhart se tensaba e intentaba retroceder, incluso su mano en el rostro tembló un poco, pero Ashary no lo soltó- Estoy aquí por pedido del rey. Algunos nobles están haciendo negocios con las tierras del norte para introducir en el reino una droga alucinógena de alto costo y buscaron como medio la academia para repartirla y que los alumnos ya lleven a su casa después para venderla. Así nadie sospechará de su procedencia. Mi trabajo aquí es desenmascarar a quienes están haciendo eso para cerrar el camino... y ahora mismo estoy perdiendo la oportunidad gracias a ti, así que mueve tu maldito culo y déjame cumplir mis tareas. Esto no es un simple entrenamiento de los del pasado. La seguridad del reino está en peligro.

Las palabras bastante duras, incluso el lenguaje empleado por Ashary recorrieron por completo a Lyon haciendo que un escalofrío atacara su columna. La situación que ahora que sabía era más delicada de lo que pensó... no tenía idea de su magnitud. Mientras él sacaba conclusiones básicas, Asha ya estaba haciendo cosas por el reino. Otra vez se quedaba por debajo de él. La frustración lo recorrió haciendo que lentamente fuera soltando a Ashary y retrocedió.

Y Asha se dio cuenta de cómo se sentía Lyon al notar su mirada perdida y su expresión. Soltó un suspiro.

-El rey me dio esta misión porque era quien más tenía tiempo libre, cuando salgas de la academia tendrás tiempo de comenzar a hacer cosas por el reino- le dijo quizás en un intento de consuelo. Sabía lo duro que era para Lyon tratar con él, pero ahora no tenía tiempo para aquello.

Debía seguir a los alumnos, sin embargo, había un problema.

Lyon podía tener una facilidad para moverse y trepar, a tal punto que ahora estaban a una altura que si Asha se lanzaba mínimo se quebraba algo. Chasqueó la lengua ahora siendo él el frustrado.

-¿No puedes bajar?- escuchó a Lyon que parecía que se estaba recuperando.

Reconocerlo fue duro para Ashary, aunque no dijo si sí o si no. Simplemente se sentó en el borde analizando la distancia. Dolería.

Entonces sintió un brazo alrededor de su cintura que la rodeó y miró hacia el lado. Lyon lo había agarrado de nuevo y pegado hacia él.

-Te ayudará a bajar, pero a cambio, llévame contigo. No puedo quedarme de brazos cruzados cuando ya sé la situación que está ocurriendo.

Y antes que Ashary pudiera protestar Lyon se lanzó y solo pudo aferrarse a él con fuerza.

No sé cómo quedó el capítulo. Lo repetí tantas veces en mi cabeza que al final ya ni sé que puse jajaja