C1 ➤ Salado y dulce.

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Los fideos estaban salados, ¿me habré pasado de sal? No, solo lloré mientras cocinaba.

Tuve que tirarlos a la basura, seguro habían caído lagrimas a mi comida o a la salsa, era otro día sin comer. 

Sé que todo, todo por ahora, ha sido bastante triste y toda la cosa, pero siempre hay que mantenerse positivo en todo, sea lo que te ocurra. Mi madre descansaba junto a él, mi padre, cosa que de verdad me daba paz.

Yo tenía un trabajo bien pagado, supongo, y tenía amigos con quienes hablar (Pero no para soltar penas). Y gracias a dios, tenía un hogar donde dormir, sin frío.

La noche pasó rápido, era un lunes agrio como siempre. Me levanté y tomé mis ropas. Entre ellas se encontraba el uniforme de la tienda de regalos, una chaqueta sin mangas roja. Me preparé unos huevos con tocino y jugo de naranja (Desayuno que he visto en peliculas, me encanta) y luego de comer, me dispuse a ir al trabajo.

Tomaba el bus cerca de las once de la mañana, llegaba al trabajo cerca de las doce. El establecimiento no era solo una tienda de regalos, de hecho, era un parque bastante grande. Dentro de él conocí a bastante gente, como lo puede ser Fang, Bibi y su padre (Son los principales, los demás puedo considerarlos más como conocidos). 

Cuando llegué, sentí el frío pasar por mi cuerpo flacuchento, saludandome y dándome la bienvenida al "Starr Park", lugar donde se encontraba la tienda de regalos. Caminé por el establecimiento, hasta llegar al pequeño lugar donde vendíamos poleras, peluches, pequeñas cajas y etc.

Estaba presente el señor Griff, un hombre bastante astuto, sabe ganarse su dinero y por alguna razón, cree que es un superhéroe (Yo pienso, no se cree de verdad uno) y siempre va vestido con un disfraz, supongo que el trabajo se lo pide.

— Buenos días, Edgar. Deberías ir al médico, esas ojeras te hacen ver mal.

Ese era su saludo mañanero, yo le saludaba con una sonrisa para luego sentarme en mi puesto y ocultarme con mi bufanda. 

Siempre le he dicho cuando he podido; "Las ojeras es por que no duermo, no por la salud", y el se guía por si mismo, me gustaría poder hacer lo mismo.

Mientras miraba al cielo gris, la mano de mi jefe me tomó desprevenido. El la había posado sobre mi hombro, quería decir algo.

— Edgar, creo que tengo buenas noticias para tí.

En el parque, suelo ser caracterizado por mi estilo "Emo" o "Edgy", creen que me quiero matar, terminar con mi vida y que odio a todos, pero no es verdad, solo es mi estilo y quien sabe, de seguro las ganas de morir ya me caen, jaja.

— Uh, ¿que ocúrre? —Respondí.

— Vas a tener amigos, viene alguien nuevo a trabajar.

Alguien nuevo, no justo lo que me faltaba, pero da igual. Griff pasaba fuera de la tienda haciendo que, un poco de compañia no me sentaría mal.

— ¿Su nombre es? 

— Colette, hoy parece que va a llegar tarde.

Colette, al parecer una chica. Lo peor; iba a llegar tarde el primer día de trabajo.

— Bueno, yo la espero, jefe —Le respondí.

El asintió con (Lo que espero) una sonrisa. Ví como se marchaba por la puerta trasera y me dejaba solo a la suerte del día.

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𝑫𝒆𝒕𝒓𝒂𝒔 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝒔𝒐𝒏𝒓𝒊𝒔𝒂 - 𝑬𝒅𝒈𝒂𝒓 𝑿 𝑪𝒐𝒍𝒆𝒕𝒕𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora