capitulo 2

982 74 6
                                    

Capítulo 2:

Sai no preguntó más, a él le daba igual dónde le enseñaran sobre el nuevo mundo que había descubierto. No le importaba viajar de nuevo hacía su casa o conocer nuevos cambiaformas. Lo único que le parecía importante era que su nuevo profesor sea aquel pelirrojo de nombre Gaara. No entendía lo que sucedía pero lo gustaba su olor. Se acerca a él para volver a inhalar el aroma de nuevo, era interesante.

Cómo hoy ya hizo el viaje de ida decidieron salir mañana por la mañana. Gaara le indicó donde debían verse para salir, y como legó se fue. Sai se dirigió al hospital para ver a la abuela de Sasori, le gustaba dibujar, hacía expresiones muy diversas y le divertía dibujar los pliegues de sus arrugas, esmerándose con cada detalle. Al llegar la vio con unas enfermeras que parecían ser novatas ya que recibían la furia de Chiyo. Se sentó en un lugar cercano y comenzó a hacer un boceto de la señora y las tres jóvenes. Cuando acabó también acabó la riña a las chicas. Chiyo se giró para irse en otra dirección y le vio.

— Sai, haz vuelto —le mostró una sonrisa— me alegro de verte —ve que a su lado está la mochila de Sai— ¿Por qué no has pasado por casa? Podrías haber dejado tus cosas en vez de cargarlas de un lugar para otro.

— Me entretuve con mis dibujos y cómo estaba cerca vine a saludarla. —le muestra el dibujo que hizo de ella mientras reñía a las chicas.

— Sin duda tienes talento pero no me veo lo suficiente enfadada —rio la anciana. Sai hizo su sonrisa.

— ¿Me puedo quedar dibujando por el hospital? —cómo no tenía que aprender nada hoy quería invertir su tiempo viendo a las personas que pasaban por el hospital.

— ¿No tendrías que estar con mi nieto aprendiendo sobre el cambio? —Chiyo se paró al llegar a la entrada del jardín interno.

— No, ahora es Gaara quien me enseñará. Dijo que desde mañana. —a Chiyo le sorprendió eso. Sabía que el padre de Gaara temía a su propio hijo, aunque sabía que también le quería. Solo él sabía porque alejaba a su hijo de la aldea.

— Entonces quédate el tiempo que quieres, después nos iremos a casa—estaba a punto de marcharse pero se giró a verlo de nuevo— ¿has comido? —Sai negó con la cabeza a la vez que se sentaba en un banco de piedra al lado de la puerta— haré que una enfermera te traiga algo de comer, no te muevas.

Chiyo ya se había ido para que Sai contestara alguna cosa. Así que se quedó viendo el paisaje y aunque había algunas caras que quería dibujar pensaba en Gaara y en como lo vio por primera vez. Los ojos aguamarina remarcados con sus parpados negros haciendo que sus ojos claros destacaran más, su cabello de un rojo ladrillo en punta y lo que más le gusto: en la parte izquierda de su frente estaba escrito "amor" en japonés. Sus manos se movieron creando un boceto de la cara, con otro lápiz iba a continuar cuando una chica apareció con una bandeja dejándolo a su lado.

Por la mañana como habían quedado se pusieron en marcha Sai miraba de reoja a Gaara quería dibujar su perfil pero había puesto su equipo de dibujo atrás para no distraerse, por ese motivo decidió memorizar cada fracción de piel del pelirrojo. Por su parte Gaara no mantenía contacto visual su mirada quedaba fija en la carreta, no se inmutaba por mucho que sintiera aquella mirada a su lado, Sai no lo había visto hacer ninguna mueca extraña. Sabía que quedaba solo minutos para llegar hasta su ciudad, lo que no sabía es cuanto tardaría en llegar con aquella manada.

Gaara había notado cómo actuaba Sai, sabía lo que significaba. Lo veía como una posible pareja, sabía que no lo eran porque él no olía esa esencia especial que tenía que tener una pareja en el otro. En manada de Kushina había diversos cambiaformas, aunque la mayoría fueran zorros, seguro que había alguno que fuera su pareja. Y también él podría acercarse a Naruto, para él Naruto sí que olía a pareja, una aroma salvaje y picante, sin duda ese era el aroma de pareja. En cambio Sai olía a humano.

El híbrido excluido (Libro 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora