Capitulo 14

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CAPITULO FINAL:

Sai y Gaara fueron pronto a comer. Salieron del edificio principal para disfrutar del aire fresco del bosque, alejados de la sociedad. El pelirrojo había llevado la carta de los padres de Sai para que si quería leerlo mientras estaban aquí. Se quedaron en la sombra de un árbol.

— Gaara —el moreno estaba con ojos cerrados, seguramente pensando en todo lo que suponía leer la carta. Aunque simplemente fuera un saludo a un hijo no nato sabía que con esa carta podría transmitirle algo del amor que necesitó en el pasado— ¿Puedes cambiar a león? —en realidad le quería pedir la carta.

El pelirrojo se comenzó a desnudar hasta quedar totalmente desnudo, sonrió a Sai y seguidamente ya era un león. Sai se acercó a él, le acarició la cabellera pelirroja.

— Sabes tu pelo me recuerda a "El rey león". Fue una de las películas que vi cuando era pequeño, la primera vez que fui a verla fue en el colegio. Yo no lloré cuando murió Mufasa, yo entendía que era ficción pero todos a mí alrededor estaban con cara triste. Ahora entiendo un poco sobre porqué lloraron. Al largo de la película tuvieron una conexión con Mufasa, lo compararon con una figura paternal y al verlo morir pensaron que era esa figura la que podría acabar así. —Sai se apoyó contra el cuerpo del león tumbado. Continuó acariciando su pelaje.

Gaara no sabía nada de lo que Sai decía sobre las nuevas tecnologías que había adquirido los humanos durante este tiempo sabía poco. Pero no le dijo nada. Sabía que Sai estaba hablando para sí mismo. Lo vio alejarse un poco hasta llegar a sus ropas, agarró el sobre y volvió donde él estaba. Se acomodó dejándose recostado comenzando a leer la carta.

— ¿Repíteme lo que acabas de decir? —Sasuke miró intensamente a Konohamaru.

— Esta pasta está muy rica —dijo el pequeño.

— Lo siguiente —Sasuke se acercó más a la mesa ya que el muchacho se encontraba al otro lado de esta.

— Que mi a mi abuelo le gustaría probarlas si supiera que estoy aquí —dijo temeroso el castaño.

— Eres consciente de lo que podrías provocar ese hecho. ¡Podrías haberle dejado una nota! —Sasuke le estaba dando el sermón. Conocía al abuelo era amable con todos pero tenía gran aprecio a su único nieto sobre todo después de la muerte de los padres de este.

— Pero si me estaban siguiendo cuando vine. Estoy seguro de que mi abuelo lo sabe. Olvida lo que dije. —Konohamaru intentaba arreglarlo.

— Si no se lo has dicho directamente a tu abuelo, no es válido. No sabes nada sobre las cosas que pasaban y pasan en el nido. Posiblemente le han mentido. Tenemos que ir a decirle. Aunque sea —Sasuke ya podía ver como una columna de cuervos se dirigían hasta el lugar en busca de guerra para recuperar a Konohamaru. Tenían que ir esa noche misma.

— Puede hacerlo Cuervo, es bueno mandando mensajes. Aunque dudo que quiera volver, sabe cuándo hay peligro. Que vaya de nuevo sería un suicidio para mí. —pensaba en voz alta.

— Es cierto, no podemos dejar que Konohamaru vaya. Es peligroso para él —A Naruto no le hacía gracia que el más joven de los tres pueda salir lastimado, con el entrenamiento que tuvieron se dio cuenta de que no tenía experiencia en batalla. Estaba cien por cien seguros de que saldría herido.

El cuervo más joven saltó de su asiento para defenderse del menosprecio que tenía el zorro contra él pero Sasuke le paró alzando la mano entre los dos.

El híbrido excluido (Libro 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora