capítulo 7

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Capítulo 7:

Sai se encontraba desorientado, se sentía pesado. Intentó levantar su mano derecha pero no pudo, tampoco podía ver claramente, veía manchas. La luz no era muy intensa y lo poco que se definía se confundía con la oscuridad. Abría y cerraba los ojos de forma irregular. Sabía que había alguien con él porque los sonidos que podía oír eran de pasos y murmullos. No sabía que pasaba pero tampoco se sentía alarmado ni en peligro. Recordaba que Sasori le había explicado eso. Su animal sabría si sentía en peligro. Su animal no sentía peligro pero tampoco sentía que estaba bien estar en ese lugar.

En uno de los múltiples intentos al fin pudo mover sus dedos y levantar medianamente su mano, la sentía tensa y dura, seguía sintiéndose sin fuerzas pero estaba mejorando, su oído y vista también lo hacían.

— Ya tengo una muestra de sangre —alguien habló después de aquella voz, no era la misma que oyó antes— también la tengo —supuso que era una respuesta a lo que la otra persona dijo.

La persona que vio antes se parecía ser su madre, pero a la vez no se parecía en nada. Agarró uno de sus brazos y le inyectó analgésicos, lo sabía porque se comenzaba a sentir más cansado de lo que estaba. Cerró sus ojos y no supo más.

Kakashi estaba en un coche de apariencia normal pero estaba modifica haciéndolo blindado, no sabían contra cuantos se enfrentaban, Kabuto iba con alguien a lo mejor tenía a más personas en su cargo. Tenían que ir a investigar por lo que toda precaución era poca. Cuando estuvieron a la entrada del pantano vieron un coche negro, coincidía con la descripción que les habían dado. Kakashi dio la orden de permanecer dentro del coche. El hombre de cabellos plateados fue el único que se permitió salir, se acercó sigilosamente, esperaba encontrar cualquier trampa a su alrededor. Pero parecía no haber nada y su fino olfato no detectaba a nadie. Solo el putrefacto olor del lugar.

Con gesto indicó a los otros dos que podían salir. Lo primero que hizo Yamato fue olisquear el aire, tenían que buscar con urgencia al joven león. Abrió sus ojos que había mantenido cerrado, a su lado se encontraba Kakashi y Gai esperando a pistas.

— He olido a león y dos serpientes a pocos más de un kilómetro. —Yamato les explicó.

— Dirígenos —ordenó Kakashi.

Gai y Kakashi seguían a Yamato a poco distancia, El hombre de cabellos castaños iba una velocidad moderada para no levantar sospechas ya que sabía que las serpientes tenían subordinadas entre sus iguales animal y que podrían avisarles de su llegada. No tardaron mucho en llegar a un pequeño claro en medio del lugar. Se podía ver desde fuera la leve luz que había, las ventanas estaban sucias. La pequeña cabaña era vieja, incluso había partes de la pared que estaban rotas.

Yamato volvió a oler todo a su alrededor.

— Ya no están. Han desaparecido, solo el león está dentro. El aroma de los otros dos se dirige hacia un poco más en el interior y después desaparece —sabían que era lo mismo que había hecho Kabuto antes. Karin había puesto en el informe que le costó mucho volver encontrar su olor y cuando lo encontró lo creyó tan débil que no estaba segura. Yamato no tenía tan buen olfato como la joven pelirroja, sería una pérdida de tiempo ir a por ellos.

Los tres se acercaron con sus sentidos alerta por si aquellos cambiaformas serpientes decidían regresar. No sucedía nada, todo estaba calmado. Entraron con reparos al interior. Dentro la luz iluminaba el centro donde había una camilla metálica donde se encontraba Sai inconsciente. Kakashi se acercó a comprobar su pulso, era débil. Miraron alrededor de la pequeña cabaña. En una mesa había material de cristal de distintos tamaños. Sabían que eran material de laboratorio. Decidieron llevárselo todo. Había unas maletas debajo de la mesa, seguramente era donde habían traído el material.

El híbrido excluido (Libro 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora