#02

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Habían pasado los días desde aquella carrera donde el mexicano salió victorioso por una última ocasión, todos ante una actitud diferente recibían el apretón de manos que proporcionaba el mayor, Sergio pasó uno por uno dando su mano hasta llegar al final donde sacaron una foto grupal, todos sus compañeros aplaudieron dándole fin a la ceremonia que por suerte fue algo pequeña, habían más periodistas que gente invitada o conocida para los presentes. Suspiro, estaba culminando una era que sin duda extrañaría más que a nada en este mundo, pero era necesario, sabía que esta opción sería la justa para lo que venía después, todo un cambio que en el futuro plantearía el fruto más grande y jugoso de toda la fórmula 1. Posó para las últimas fotos a la par de George, abrazo al mencionado y sonriendo se alejo solo un poco para sentir como detrás suyo estaba Max, observo al joven que siempre mantenía el mismo rostro neutro.

— Sueles sacar muchos sustos por lo que veo, Max. — Murmuró Sergio antes de colocarse al lado suyo.

Max quien en silencio observo mostró una muy sutil sonrisa, ladeo su rostro para seguir mirando al mexicano quien en aquella ocasión se veía tan bien, siempre con ese traje característico que al neerlandés le gustaba demasiado, más de una vez imagino al mayor sudando y con ansias de quitarse aquellas prendas, pero solo quedaron en pensamientos.

— ¿Regresas a México? — Por fin, hablo Max en un noto algo bajo.

Sergio asintió, parecía ser que desde la fiesta donde se festejo el GP Max se volvió más cercano, al menos ahora buscaba la cercanía física con su mayor, un pequeño imán que parecía atraer su cuerpo al del mexicano quien no parecía disgustado con la idea. Quizá otros si. Pero Sergio no.

— Ocupo bastante tiempo para elaborar mis planes a futuro, pero sabes donde encontrarme. — El mexicano con una sonrisa apretujo el hombro de Max quien ante el tacto asintió.

Ambos se alejaron, no ocupaban las palabras para darse a entender, una conexión rápida reluciente entre ambos evidencian las ganas que tiene Max, desea tanto al mexicano desde que lo conoció por primera vez.

"Yo haría lo que fuera por ti, Sergio".

Desde lejos observo como su mayor salia del local donde fue la ceremonia, siempre junto a Sainz quien nunca lo deja y por otro lado Norris, quien siempre genera incomodidad dentro del neerlandés, no le agrada. 

Pasan los días, semanas, meses y en las noticias son pocas en donde se menciona al mexicano, su última aparición fue en el aeropuerto de su ciudad natal, justo semanas después del GP de Las Vegas. Parecía ser que fue privado de su vida pública, de la nada nadie sabía que sucedía en la vida del ahora ex piloto de fórmula 1, más de uno estaba preocupado y curioso por saber que pasaba con él, nunca pensaron que su retiro sería tan notorio, porque..nada, no había nada de el desde hace meses y eso llamaba la atención.

Había rumores, bastantes rumores de su paradero pero en ninguno se veía la confirmación del mismo, por suerte habían dos personas que siempre estuvieron al tanto de lo que su mayor vivía. Max Verstappen y Carlos Sainz fueron vistos en México un 19 de Octubre, salieron rumores sobre tal viaje ya que no estaba dentro de los planes de la fórmula 1.

Max fue directo en busca de Sergio, estaba cayendo en la demencia después de no verlo por tanto tiempo, es entendible, siempre lo observo y de la nada ya no tenía donde buscarlo, ansioso fue que se encontró con el en un restaurante bastante privado. Ambos por primera vez hablaron con tranquilidad, se podía notar como eran tan distintos y por ello, unidos, su relación fue creciendo conforme pasaban los días, las llamadas fueron frecuentes según el tiempo transcurría.

Por otro lado, Carlos siempre estaba en casa de Sergio cuando podía viajar sin límites, dormía bajo las sabanas del mayor y disfrutaba de la energía que aquel hogar desprendía, tan cómodo y seguro, amaba poder estar cerca de Sergio, parecía ser una persona tan importante, lo era. Ambos conocidos desde sus inicios provocando la relación más larga del mexicano. Durante todo ese proceso Sergio también se acostumbro a la presencia de Sainz, así que no le molestaba que este tomara todas sus pertenencias e incluso espacio personal. Ambos eran como las prendas a juego, siempre juntos.

Second hand | Chestappen. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora