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Su vuelto había aterrizado hace un par de horas, Sergio con flojera caminaba alrededor del aeropuerto mientras Lando hacia algunas llamadas, aquel joven parecía un chicle al lado del mayor, Sergio suspiro, tomo asiento en el primer lugar libre que se encontró y recostó su cabeza cerrando los ojos en le proceso.

— Dicen que en unas horas están aquí, tuvieron problemas con los autos que mandarían. — Menciona el joven británico que toma asiento a la par.

El mexicano asintió aún sin abrir los ojos, sus brazos cruzados daban la imagen de alguien tenso y con pocas ganas de hablar. ¿Qué pasó? Bueno, había recibido un par mensajes respecto a los cambios dentro de redbull, ahora tenia que estar acargo de las acciones donde se encontraban peleando, Ferrari y Mercedes luchaban por el neerlandés y aun que Pérez sabía muy bien que Max no se alejaría, la presión de renovar contrato seguía presente como todos los años. Pronto sintió una de las manos ajenas acariciar su muslo, al fin abrió los ojos encontrándose con Lando quien parecía coquetear sin importar su alrededor.

— ¿Aún deseas más de lo que paso en el avión? — Cuestiona el tapatío mientras lo observa.

El joven sonríe, niega y deja un corto beso en la mejilla del mexicano. — Prefiero que sea en una habitación, solo quería tu atención.  — Finaliza alejando su mano.

Era común, la relación de Lando y Sergio era ocasional, pocas veces se les veía a la par dentro y fue de las cámaras pero, ellos dos sabían muy bien que esas ocasiones eran suficientes para mantener un momento único solo ellos dos, no había sentimientos, solo un deseo carnal que ambos eran felices de sasear con el contrario. Pero, claro que a Lando le fascina la atención y mucho más cuando es la de Sergio, disfruta de ser a quien mire y más cuando es en público. También porque le da gracia el potente mirar que le da Max cada que se acerca unos milímetros al mexicano quien sin darse cuenta sólo sigue en lo suyo. Un ambiente extraño, dirían.

Pasaron las horas, para suerte de Checo los autos llegaron, dejaron al británico en un hotel distinto para después ser llevado a las oficinas de redbull y las demás parrillas, Sergio como toda una celebridad fue recibido, nadie sabía que el mexicano aparecería en aquel GP en Canadá.

"¿Checo?"

Un periodista volteo y después muchos más, la gran mayoría se acercó al mencionado quien con una sonrisa miraba las cámaras, fotos, muchas fotos fueron tomadas dando a conocer la aparición del mexicano. Preguntaron por su regreso, lo que había pasado en su ausencia y el porqué tardar tanto en dar noticias. Pérez respondió lo mínimo justo antes de seguir su camino, no sin antes agradecer la atención previa.

— Pronto sabrán más del proyecto, gracias por su atención y bienvenida a Fórmula 1. — Dijo para alejarse.

Pronto aparece Alice quien saluda al mexicano, se abrazan con cariño para empezar una platica que duraría lo suficiente hasta llegar a la oficina, Pérez se despide y se adentra al cubículo encontrándose con los altos mandos de redbull y con ellos Christian, Sergio sonríe, esta bastante feliz de verlos.

— Cuanto tiempo, mis queridos. — Estira ambos brazos simulando emoción.

Los presentes serios lo observan, y ante la situación solo suelta una pequeña risa acomodándose en la silla.

— Sabes de lo que hablaremos, ponte serio, Sergio. — Christian que se nota muy cambiado comenta.

El mexicano asiente, afloja su camisa y recuesta su cuerpo sobre la silla, su mirar sigue fijo en los hombres frente a él y ante un ademán pide que hablen, ya no era aquel que solo observaba a sus mayores, ahora el los trata como un igual. Pasan minutos, temas como renovación, cambios de estilos, vestimentas son aquellos que se tienen en cuenta y antes de que puedan decir más. Llega aquel chico.

Second hand | Chestappen. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora