Theft and claim

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Lewstappen

Habia sido invitado a la estúpida fiesta de celebración del neerlandés, ¿Que si era el primer campeonato de Verstappen? No le importaba, era suyo y se lo habían quitado.

Pensándolo bien... Si asistirá a la fiesta, después de todo no podía dejar las cosas así, debía tomar lo que le pertenecía de una manera un poco diferente.

Desde la primera vez que lo vio en el paddock lo deseó, casi se sintió enfermo por encontrar atractivo a alguien con tanta diferencia de edad, pero ya no era el mismo niño flacucho y pálido de 2015, los años lo habían favorecido demasiado, prueba de ello era ese increible culo que quería profanar.

No sabía muy bien si sería un castigo al menor o un premio por su victoria, solo necesitaba liberar su frustración de alguna manera y saciar ese deseo con el cual llevaba varios años.

Cuando llego al club del hotel lo primero que hizo fue buscar a Max, quién no fue difícil de encontrar porque todas las luces estaban en el, claramente estaba muy ebrio como para notar la mirada que le estaba dando un tarado.

Todas las miradas estaban sobre el piloto ganador de la temporada y el DJ, Martin Garrix, algunas eran de celos, otras tantas de morbo por la cercanía de ambos, agregando la imagen que ofrecía Max. Al notarlo Lewis sintió su sangre arder, no supo cómo se controlo para no subir al escenario, romperle la cara al DJ, follar ahí mismo al rubio y dejarle en claro a todo mundo que el le pertenece.

Solo observo como ambos hombres de Paises Bajos susurraban entre si, seguido de eso el menor se separó de su amigo, para regresar a su recámara donde seguramente lo estaría esperando.

Antes de darle oportunidad a Martín, siguió al menor hasta su habitación, con la ayuda de un "pequeño" soborno consiguió las llaves al paraíso.

Sigilosamente entro a la recámara, mientras se iba deshaciendo de aquella estorbosa chamarra que llevaba puesta, se quedó embelesado por aquella vista tan caliente.

Max Verstappen medio acostado en la cama, con las mejillas sonrojadas y semidesnudo. Las luces eran muy tenues, suficientes para dejar apreciar bien el cuerpo wue tanto quería poseer.

"Tardaste en venir" hablo mientras se enderezaba un poco en la cama,pero al notar quien estaba en su habitación intento cubrirse rápidamente.

"¿Me esperabas a mi, Verstappen?" Se fue acercando al contrario, antes de que pudiera cubrirse lo inmovilizó en la cama, sosteniendo sus brazos sobre su cabeza.

"¿Que mierda haces Lewis?" El temblor en su voz delataba lo nervioso que estaba ante la situación.

Haber puesto tan nervioso al neerlandés le había subido el ego de una manera tan impresionante, supo que ya ni debía contenerse más tiempo, y si era un castigo tampoco iba a tener piedad, se correría en su interior una y otra vez hasta saciar su deseo de tantos años acumulados.

"Vamos a llamarlo... Darte una lección" su tono salió más ronco de lo habitual, lo había dicho tan cerca de su oído que podría jurar que ya seguiría cualquier orden dispuesto a complacerlo.

Bajo el británico se removía Max, trataba de escapar de su firme agarre, quería reclamar, sacar ese lado impulsivo que todos llamaban Mad Max, pero al parecer lo había abandonado. Estaba completamente dividido entre pelear y dejar que Lewis hiciera algo con su cuerpo.

Cuando por fin se decidio a hablar, no pudo por unos labios que dejaban un muy posesivo beso en los suyos, tan caliente, no podría describir si eran un castigo o un premio porque ese beso estaba siendo la jodida gloria para Max.

Se terminaron separando después de unos segundos por la falta de aire, trataba de recuperar el aire. Max se quedó en la cama con la respiración agitada, solo observaba al mayor pasear por la habitación en busca de algo, regreso a dónde estaba con dos corbatas. Una para sus ojos y la otra para sus manos.

𝐄𝐯𝐞𝐫𝐲𝐨𝐧𝐞 𝐥𝐨𝐯𝐞𝐬 𝐌𝐚𝐱 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora