𝒢𝐫𝐞𝐞𝐝𝐲 ༅ || Clarisse La Rue. ⬷

ᥫ᭡ 𝟩.- 𝖯𝗂𝖼𝗇𝗂𝖼

Ya era sábado, por fin, días de descanso. Me levanté y me arreglé para desayunar, cosa que mis hermanas ya estaban haciendo, porque nunca me esperan.
Ya iba yendo cuando me encontré con Aeri, quien tenía una planta cerca de su oreja.

- Órale ¿y eso? - pregunté sorprendida señalando la planta.

- Oh, no me viste. - dijo con una pequeña sonrisa - ya fui reclamada.

La vida se me fue cuando escuche la última frase, me perdí el momento en el que fue reclamada mi hermana que probablemente no sea mi hermana.

- ¿Ah, sí? - Alce una ceja - ¿Y por quién?

- Por Demeter. - mencionó emocionada. - Ahora soy de la cabaña 4.

Nunca había visto en el poco tiempo que llevo conociendo a Aeri tan feliz, literalmente irradiaba alegría cuando sonreía así.
Debo aceptar que me sentí mal, porque estaba segura de que sería de mi cabaña y fue una mala suposición.

- Me alegro tanto por ti, Ari. - la abrace fuertemente.

- Gracias, Adara.

Luego de eso me invitó a un picnic con sus nuevas hermanas, según para conocerla mejor. Me dijo que podía llevar a mis hermanas, ya que nuestras cábalas se llevan bien. Así q hoy se arma la fiesta del siglo.

Me encontraba preparando una pequeña maleta para el picnic, había invitado a mis hermanas, pero sin embargo algunas no pudieron asistir. Silena tenía una cita ya programada con Charles, Valentina iba a ir con un quedarte que no nos quiso decir quien era y pues Audrey simplemente dijo que no que porque tenía varias cosas que hacer.
No obstante, Lilac si quiso ir, pues se llevaba perfectamente con las hijas de Demeter.

Y ahí estaba yo, preparando sándwiches de mermelada y crema de maní de la mañana, unas pequeñas almohadas y unos snacks que también robé de la cafetería. Por supuesto, las hijas de Demeter iban a llevar algunas frutas y las aguas de frutas frescas. Íbamos a estar cerca del lago pero un lugar más amplio y limpio.
Ya era la hora de irnos, así que nos alistamos y pa fuera.

Nos encontrábamos ya en el lugar que habíamos quedado, sin embargo no habían llegado las demás.
En lo que Lilac dejó las cosas, que literalmente solamente las tiró al suelo y ella se acostó, yo me fui a ver que hacía.

Por ahí, me encontré una rosa blanca, muy linda. Empecé a verla detalladamente y posteriormente la arranqué, rezando porque no me hayan visto las chicas de la cabaña de Demeter.

Tocaba suavemente los pétalos, hasta que me llegó el impulso de querer arrancarlos, y así fue. Agarraba una pequeña hoja de dicha flor y la arrancaba, y como iba caminando se iba formando un camino de pétalos de rosas.

- Me quiere, no me quiere. - repetía mientras caían los pétalos.

- ¿Qué haces ahora? - preguntó irritada Lilac.

- Solamente jugando. - respondí aún arrancando los pétalos y siguiendo el conteo.

Me iba alejando poco a poco de Lilac, llegando más cerca del lago. Y ya iba acabando de contar los pétalos hasta que...

- Me quiere, no me quiere, me... - en el último conteo había llegado Clarisse.

- Quiere. - susurró a mi oído. - ¿Que juegas?

Rápidamente me volteé para quedar frente a ella, vaya susto que me acaba de dar.

- ¡Clarisse! - grite no tan fuerte al ser molestada por ella. - ¿Que haces aquí?