𝒢𝐫𝐞𝐞𝐝𝐲 ༅ || Clarisse La Rue. ⬷

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Aeri platicaba con Quiron mientras me sentaba sobre una banca afuera de la casa grande. Cuando llego Annabeth.

- ¡Hola! - sonrió ampliamente. - ¿te enteraste de la niña nueva?

- Si, de hecho está allá adentro - señalando la casa grande - se llama Aeri.

- Que lindo nombre. Es raro pero bonito. - hizo una mueca en 'raro' - y ¿qué más sabes de ella?

En eso había salido Aeri, le acababan de entregar sus playeras del campamento. Cuando me vio con Annabeth retrocedió y miro a otro lado.

- ¿Por qué no vienes, Aeri? - sugerí hacia nosotras.

Solamente se quedó callada, así que hice un gesto a Annabeth para que fuéramos con ella.

- No debes de sentir timidez o pena. No te digo que nos tengas confianza tan rápido, pero créeme que con nosotras no tienes porque sentir eso.- solo podía ver su carita triste.

- Exacto, nosotras somos buenas, y no queremos lastimarte. - sonrío la hija de Atenea - Soy Annabeth, un placer.

Annabeth estrechó su mano esperando la respuesta de la pequeña, que segundos después reaccionó y le correspondió.

Nos quedamos platicando toda la tarde restante con Aeri. Nos contaba sobre su vida, como su edad, su familia y todo eso.

Tiene 9 años, pero cumplirá 10 en marzo, justamente cuando empieza la primavera. Cuando dijo ese dato de ella, me dio una sospecha de que pudiera ser hija de Demeter, porque o sea, le gustan las plantas y es muy tímida.

Aparte de que me contó de su papá que era dueño de una cafetería, dijo que él siempre trabaja, y que se queda con su tía Yuseo. A diferencia de mí, aunque mi papá trabaja siempre yo me quedo bajo el cargo de mi madrastra Mindy. Pero a cómo describe ella a su tía, veo cierto parecido con mi madrastra.

Cuando íbamos caminando apareció Clarisse, no pude evitar sonreírle, pero sin embargo ella estaba totalmente seria, por lo que rápidamente la sonrisa desapareció. Y no me estaba viendo a mi, miraba a Aeri.

- Con que nueva, mocosa. - la agarro de su suéter verde atrayéndola hacia ella.

Aeri estaba completamente asustada que poco a poco iban cayendo lágrimas por sus pequeños ojos.

- ¡Clarisse! - le grité enfadada, intentando bajar a la pelinegra. - ¡Déjala!

- Aww, ya llegó tu heroina a defenderte - hizo una cara de lastima que luego se convirtió en burla.

Con la misma mano con la que la sostenía la arrojó al suelo y se fue sin más.

Que acaba de pasar.

Annabeth revisó si estaba lastimada o algo pero lo único que hacía Aeri era llorar sin parar. Me dio tanta tristeza verla así, o sea la acabo de conocer pero siento una profunda empatía con ella.

- Tranquila, Aeri. Fue nuestra culpa no ayudarte. - dijo Annabeth abrazando consoladoramente a la menor. - No volverá a pasar, lo prometo.

- Si, Clarisse es así. Perdónanos por no haberte defendido a tiempo.

Aeri no dejaba de llorar pero ante nuestras palabras bajo un poco, asintiendo ante lo que habíamos dicho.

Ya por la tarde, le había ofrecido a Ari, un nuevo apodo que le di, que se quedase en mi cabaña en lo que la reclamaban. Así que me puse a dibujar con ella unas plantas, las cuales por cierto, le salen perfectamente bien.