Cristian.
Doce de octubre de 1994
El primer llanto de un saludable bebé se escucho en el hospital San Rafaelle de Milán, el pequeño bebe que lloraba con fuerza con enojo, que se calmo al instante que escucho un segundo llanto, su hermana había nacido y junto con ella todo lo que necesitaba él.
Recuerdo muy bien la primera vez que fui consciente de lo que Cristine significaba para mi, siempre estábamos juntos en todo desde muy pequeños, pero cuando cumplimos ocho años fue entonces que sabía que mi amor iba más allá.
Estábamos en el receso escolar, ella jugaba con sus amigas a saltar la cuerda, mientras yo estaba concentrado en el fútbol. Entonces un chico se le acercó le dio una pequeña nota mientras se frotaba la nuca algo apenado y después salió corriendo.
Cristine la guardo y continuo jugando, no me entere del contenido hasta la tarde mientras ambos hacíamos la tarea en nuestra habitación.
—¿Esa nota?
—No es nada —la abrió y me la mostró —es un chico que dice que le parezco bonita —se giro a su tarea —pero es un amigo, no me interesan esas cosas aún.
—Mmmh —tararee y la rompí— no necesitamos ese tipo de amigos.
—Eres un celoso, solo es un amigo —sonrió pero no se molesto.
Igual ella pensaba que solo era un hermano sobreprotector. No tenia la mas mínima idea.
—Cris, Cris —llego corriendo con las mejillas enrojecidas hasta donde comía con mis amigos.
—¿Qué sucede?
Tomo mi mano y me llevo lejos de donde estaban todos para contarme que el chico que le habia dado esa carta, se habia caído por las escaleras.
Que pena.
A los trece nuestros padres decidieron que era momento de tener cada uno su habitacion, ambos estábamos renuentes, pues desde siempre dormíamos en el mismo cuarto, en camas distintas pero juntos al fin y al cabo.
—Ambos necesitan privacidad, sus cuerpos empezaran a cambiar aun mas y necesitan su propio espacio, tu hermana es una chica —el argumento de mi padre seguía pareciéndome estúpido, pero no podía hacer nada ante su autoridad.
¿una chica?
¿Qué diferencia?
Seguía siendo mi hermana....
¿No?
NO.
Si era mi hermana, pero si habia cambiado, en su cuerpo habia curvas, tenia senos pequeños que sobresalían en las finas pijamas que usaba, sus piernas eran mas largas, sus caderas un poco mas anchas, sus labios lucían mas gruesos.
—¿Qué me ves? —me salpico un poco con agua mientras nos lavábamos los dientes.
—¿Eres mas pequeña que yo?
Señale nuestra diferencia de estatura con la mano, su barbilla me llegaba al hombro.
—No tienes porque mencionarlo, dice madre que es porque haces mucho deporte, que por eso tu cuerpo crece mas —me palmea el pecho —incluso se te harán pectorales —alza las cejas mientras sigue moviendo el cepillo en su boca.
—No me toques eso es acoso —me cubrí el pecho y ambos reímos.
—Esta bien, soy tu hermana puedo tocarte.
Y esas simples palabras tenían un significado diferente para mi.
Esa misma noche aproveche el espacio solo, deslice mi mano debajo de mi almohada sacando la tela aperlada, mirando lo pequeño que eran, mire el triangulo al centro y lo puse en mi nariz, el aroma era algo que no esperaba, embriagante, diferente, delicioso.
Saque mi miembro deslizando la mano por la longitud, la imagine, imagine que los modelaba, que me pedía ayudarle a quitarlos para ponerse esa diminuta pijama que llevaba, mi cuerpo ardía, por un momento un destello de culpa apareció, pero inhale de nuevo y todo desapareció, ahora solo estaba mi mano haciendo fricción sobre mi miembro, me habia tocado antes, justo cuando las erecciones comenzaron, pero nunca así, nunca con una fantasía, nunca pensando en nadie.
Ahora no podía parar, no podía detener la necesidad de masturbarme con mas fuerza.
—¿Hermano?
—¡Mierda!
Escondí su ropa interior rápidamente, me tape la erección con la sabana, ella miro en mi entrepierna, antes de meterse y cerrar la puerta, encendió la luz de la pequeña lámpara de la mesa de noche.
—¿Puedo dormir contigo? mi habitacion me da un poco de miedo.
—Yo... Cristine, es que...
Levanto las sabanas y se deslizo hasta quedar a mi lado, su mano tomo mi brazo para que me acostara quedando ambos frente a frente.
—Somos hermanos —susurro — quiero saber...
Deslizo sus manos entre los dos tocando mi miembro, este reacciono de inmediato —Esta caliente —sus pequeños dedos seguían tocando mientras nos mirábamos a los ojos —se siente duro y suave —lo envolvió en su puño — muéstrame.
Trague saliva y tome su muñeca de como mover su mano —Así, bajas y subes —empezó a moverla —un poco mas rápido —sus movimientos eran torpes pero la sensación de que me estuviera tocando es demasiada.
—Cris —ambos jadeamos y ella removía sus muslos —¿puedes tocarme?
No dije nada solté su muñeca y mi mano se deslizo por el elástico de su short de pijama, abrí los ojos al saber que no traía ropa interior, mis dedos se deslizaron lento sintiendo el vello que apenas comenzaba a notarse, sus suaves rizos estaban mojados con su propia excitación, así que deslice mi dedo, jamás habia hecho esto, pero escuche el como debías buscar algo, un punto duro como un botón...
—mmmh —lo encontré.
Su mano se apretó a mi miembro pero no dejo de moverla, sus jadeos, nuestras respiraciones sincronizadas, mi dedo presionando y haciendo pequeños círculos en esa parte que la hacia retorcerse. Todo me llevaba al limite.
Saco su mano libre para cubrirse la boca al dar un gemido agudo con una pequeña convulsión, no necesito tocarme mas, el verlas así, me hizo correrme, me hizo llenar su brazo, su vientre y la cama con mi semen caliente.
Sin decirnos nada, sin pensar si estaba mal, solo se giro apago la lámpara y se acomodo a mi lado para que la abrazara pegando su cuerpo a al mío, quedándonos dormidos al instante...
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Sorella (DPRIAN +21)
FanfictionEs normal. Debe de ser normal Yo la amo Crecimos juntos No existe nadie mejor que ella, No necesito a nadie. Cristine es mia, nacimos juntos para seguir asi toda la vida.... DPRIAN HIstoria corta...