Final

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Cristian

Desde su matrimonio ya no estamos juntos, su embarazo la mantiene ocupada guardando las apariencias.

Me enfureci con ella por decidir tenerlo se aferro a la idea de que estaría todo bien, sin ese bebé podríamos seguir juntos, todo esta a perfecto, pero tuvo que arruinarlo.

Es por eso que me aleje tome trabajo de la empresa en el extranjero, prefería no verla.

¿Cómo me hizo esto?

¡Mate a mi padre por ella!

No podía estar con otras mujeres, porque me recordaban a Cristine, a más de una la llame de esa manera, me sentía enfermo, perdido y lo odiaba. Odiaba lo mucho que me había arruinado. Odiaba amarla y Odiaba que pareciera feliz en su matrimonio.

—Quiero que todo quede para el lunes.

—Claro señor Rossi.

El encargado de publicidad salio de la oficina, enseguida entro Carla mi secretaria acompañada de otra chica.

—Señor Rossi —señala a la chica —ella es Emma Bianco, será quien me reemplace ahora que nazca mi bebé.

—¿Bianco? ¿Italia?

—Verona.

—Milán —estreche su mano —parli?

—Certo che sì, ci ho creduto.

Entonces le preste atención, llevaba una coleta alta, anteojos, cabello castaño y unas ligera capa de pecas, delineado delicado, labios pintados y gruesos.

Poder hablar italiano con alguien en la oficina era relajante, pues la mayoría del tiempo es inglés. Además ella es alegre, tranquila en el trabajo, eficiente y tiene algo que me llena de tranquilidad.

Es la mujer con la que me acosté después de mi hermana que me hacia querer estar con ella más de una vez.

No estaban permitidas las relaciones en la oficina, pero yo era el jefe y además no es la primera vez que rompo las reglas.

—Mis padres desean conocerte.

Se cepillaba el cabello mientras tenía los pies en mi regazo, yo leía de manera tranquila.

—¿Ya le hablaste a tus padres de mi?

—Cris, le hablo a todos de ti.

Sonreí y me acerque para besar su mejilla.

—Mi madre te va a adorar.

No mentía ella era tan dulce que no creo que nadie la odie.

Eso creía.

Con la ventaja de que su familia y la mía viven en Italia pudimos organizar el viaje para una cena familiar y anunciar nuestro compromiso.

Pero la primera en ser grosera con ella fue Cristine.

—Es una historia muy romántica que te fijes en el dueño de la empresa.

—En realidad tu hermano me acoso a mi —entrelazo su mano en la mía —yo me negué casi por un año, pero el se aferro.

—Es verdad.

—Me parece increíble.

Nuestras familias se llevaron bien, yo fui acorralado en el baño.

—Dos años y medio sin verte, dos años Cristian, y no me miras siquiera.

—Tomaste tu decisión y me acostado demasiado afrontarlo.

Sorella (DPRIAN +21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora