Memories Of A Criminal [Y.M] [#2] [✓]

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Muchas mafias se habían reunido para una subasta de drogas, armas y más, la mafia Haegeum estaba ahí sentado. Todos vieron como un peli rosa enmascarado entraba con mucha seguridad, pues este era omega y claro, debía de tener cuidado.

—Veo Agust D que vamos a compartir mesa. —hablo el omega para ver al rubio enmascarado y luego a la peli naranja. —Wine ¿No? La mujer de Agust D.

—Tú debes de ser el famoso Kitty Kang. —le dijo.

—A su disposición. —hizo una reverencia en burla. —Si le disculpan tengo que hacer una presentación, espero que la disfruten.

Él se fue y luego de unas horas una música se escuchó, unos omegas bailaban de manera sensual. Un peli rosa llamó la atención de muchos alfas y betas que miraban al hermoso chico bailar con antifaz. Este tocaba su cuerpo de manera sensual, este bajo y se sentó sobre un alfa mientras se movía sobre este y le daba un corto beso.

Yoongi sintió un aroma que se le hizo conocido y su vista se posó en el peli rosa, el cual bailaba con una sonrisa y sacaba una pistola mientras les apuntaba, pero lejos de molestar a los líderes de mafia les calentaba ver al hermoso omega pasearse la pistola por su cuerpo.

Al finalizar la presentación se quedó con un gran saco de plumas blanco dejando su vientre al descubierto, camino a su asiento y se sentó para verlos.

—¿Qué pretendes al mostrar así tu vientre? —preguntó la omega molesta, pues todas las miradas estaban en el omega y su vientre.

—Mi vientre es inservible. —tomó su trago. —así que para qué lo voy a cuidar.

—¿Eres un omega incompleto? —preguntó el rubio.

—No sé si esa sea la palabra correcta. —respondió. —Pero lo soy, así que puedo coger con quien quiera y no tendré ningún parásito llamado cachorro creciendo dentro de mí.

—Los omegas lloran por tener un hijo. —habló la omega.

—Yo no. —Los miro. —Viví en una ruleta rusa en la cual todo lo bueno que tenía me lo arrebató la vida.

—Pero aun así el sueño de ser padre omega no se va. —habló el alfa.

—Cuando solo te tratan como incubadora y luego te quitan lo bueno que has formado ya no te dan ganas. —comentó.

—¿Y esa cicatriz? —preguntó la omega.

—Yo la hice. —sonrió. —Cuando cinco tipos me violaron, uno de ellos dejó su semilla en mi interior, por lo cual apuñale mi vientre para que muriera ese parásito y con ello mi vientre fértil.