Memories Of A Criminal [Y.M] [#2] [✓]

18

—Hola, pequeño. —hablo un omega. —tus papis no pudieron venir por ti, así que vine yo.

El pequeño miró al omega de cabellos rosas que le sonreía de manera amable, este tomo la mano del omega y se subió a su auto. En el camino miraba con curiosidad al omega, el cual manejaba despacio mientras escuchaban canciones infantiles.

—¿Quieres algo de comer? —preguntó el omega.

—Una cajita feliz. —respondió.

—Vale. —le sonrió.

Al llegar a la casa que era suya dejó al pequeño en la sala viendo televisión mientras le enviaba las fotografías al alfa y luego sonrió al ver la llamada.

—¿Si te llegaron las fotos? —pregunto mientras veía al pequeño comer.

—Si mi hijo tiene un rasguño juro que te mataré. —amenazó el alfa.

—Qué hipócrita eres Min Yoongi. —hablo el omega. —tú sí puedes dañar a los hijos de otros, pero al tuyo no pueden.

—Tú. —dijo sorprendido.

—Mataste a mi esposo y a mi hija. —sintió sus lágrimas correr. —Así que yo haré lo mismo.

—Yeonseok es tu hijo Jimin. —dijo de manera apresurada.

—Yo solo fui un vientre de alquiler. —contó. —¿Lo recuerdas? Eso fui yo luego de todo lo que hice por ti.

—No cometas una locura Jimin. —hablo.

—El que no debió hacerlo fuiste tú. —sonrió. —y solo te digo que intentar rastrearme a mí o a tu hijo no servirá de nada, ya que estoy en un lugar remoto que bloquea todo intento de búsqueda.

Cuando el alfa iba a hablar el omega cortó la llamada, Yoongi por su parte, tiró contra la pared su celular mientras miraba a la omega, entraba llorando por su hijo.

—Lo voy a encontrar y haré pagar a ese omega. —hablo Yoongi.

—¿Cómo es posible esto? —preguntó la omega. —¿Quién es realmente Kitty Kang?

«Únicamente yo sabía esa respuesta ante esa pregunta, Kitty Kang era simplemente Park Jimin. Aquel hermoso omega que conocí en la biblioteca, aquel hermoso omega que dañe de la peor manera posible y ahora solo buscaba venganza.»

—Nos costó mucho tener a nuestro pequeño para perderlo. —se sentó la omega. —Debimos haber matado a ese omega luego del parto.

—Lo sé. —susurro.

—¿Qué haremos ahora? —lo vio.

—Hay que pensar con claridad. —dijo. —no podemos hacer nada arriesgado, ya que Yeonseok puede salir lastimado.

—Entonces a esperar. —hablo.

Yoongi asintió y se levantó para marcar otra vez al número, pero este no fue respondido, él decidió salir e ir a la biblioteca miro por todos lados hasta que vio a un peli rosa sentado leyendo un libro.