INCENSE I

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"Adelante Sanha" dijo la señorita de recepción sacándolo de sus pensamientos, estaba nervioso, si, por supuesto, había enviando su currículum días después de haberse graduado de una de las mejores universidades del país, aunque eso no le garantizaba un empleo seguro.

Nervioso respiro hondo después de apretar el botón del ascensor hacia el piso que la señorita le había mencionado, había escuchado muchos rumores de que el dueño de la empresa química era muy exigente con su trabajo y no cualquiera podía entrar así de fácil a laborar y mucho menos ser lo suficientemente cercano a él, también había escuchado que estaba un poco loco, si bien dicen que los químicos tienen algo de locura y él no era la excepción, aunque entre los rumores se extendían a que crea pócimas como si de un brujo se tratara.

El ascensor se detuvo y camino hacía el pasillo para tomar rumbo a la gran oficina del director general, antes de entrar se encontró con la recepcionista de esté y le otorgo un cubre bocas y gel antibacterial antes de entrar, también así desinfecto sus zapatos con germicida esparcido en un tapete. Sanha cuidadoso hizo lo que se le señalo, la secretaria tomó el teléfono para indicarle al director que el chico del currículum había llegado, una voz masculina se escucho al otro lado del teléfono indicando que se le diera el paso.

Sanha volvió a respirar profundo antes de entrar, tomó la manija de la puerta y la abrió cuidadosamente. Al entrar se quedo impresionado, se encontró con una habitación grande y hermosa, una pequeña sala en tonos azules decoraban el centro de está, al fondo el escritorio del director con su equipo impecable y un gran asiento cómodo, libros detrás acomodados y encajados unos con otros, un reloj grande y la tabla periódica con los elementos reales de está, una de las paredes llena de cuadros con marcos de madera que daban a conocer los estudios profesionales del director.

El director tomaba una taza de café caliente mientras observaba por las ventanas impecables, al sentir la presencia del chico se giro. Era sin duda muy atractivo, lucía un pantalón negro, camisa blanca y corbata roja, zapatos cómodos ante todo y su larga bata blanca desabrochada, su peinado totalmente acomodado y estable, aunque llegara un gran aire no podría volarsele ni siquiera un pelo.

"Buenos días, mi nombre es Sanha, Yoon Sanha" Sanha se notaba nervioso, tomaba con sus dos manos su mochila.

"Buenos días Sanha, adelante, toma asiento" El director se acercó a su escritorio, tomó el currículum impreso del chico y se sentó frente a él en la sala azul.

Sanha tomó asiento en una de las orillas de la sala poniendo su mochila en sus piernas, su postura era recta y trataba de dar una buen impresión.

"Mi nombre es Moon Bin, soy el director general" tomó asiento y extendió su mano hacia Sanha

"Mucho gusto director Moon" extendió su mano para tomar la del director.

El silencio se hizo presente, el director leía el currículum de nuevo. Sanha seguía observando el lugar gigantesco y en algunas ocasiones observaba al director. "Joder es demasiado atractivo" pensaba Sanha.

"¿Qué te hizo querer ser químico?" preguntó el director mirándolo a los ojos

"Desde pequeño me ha gustado mucho la química, mi padre quería estudiarla pero venía yo en camino y también tuvo que cumplir con su servicio, compro libros para aprender pero no tuvo suficiente tiempo para leerlos así que cuando yo crecí comencé a leerlos, en segundo año de primaria ya me sabía los elementos de la tabla periódica"

"Yo la aprendí en tercer año, creo que me ganaste"

Sanha sonrió ante la respuesta del director.

"Puedes quitarte el cubre bocas, me gustaría observarte mejor"

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