INCENSE XXII

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Al poco tiempo Bin y Sanha también abandonaron el lugar para regresar a su hogar, pronto daría media noche así que el cumpleaños de Sanha estaba cerca, en el camino Sanha se recargo en el asiento y sus ojos comenzaban a cerrarse de lo cansado que se sentía, Bin lo cubrió con su saco ya que el frío comenzaba a sentirse un poco más.

"Cariño, ya llegamos" dijo Bin despertando al menor al estacionar su coche, Sanha abrió sus ojos con dificultad, realmente estaba cansado.

Bin abrió la puerta y dejo pasar al menor primero.

"Entrare al baño" dijo Sanha

Bin asintió y reviso su móvil para observar la hora, solo restaban tres minutos para las doce en punto así que fue hacia la cocina y sacó un pequeño pastel que había comprado después de que Sanha había salido por la mañana, colocó unas velas numéricas y fue hacia la habitación para encenderlas y colocarlo en la cama junto a los demás regalos, salió y espero a Sanha en el pasillo.

"¿Qué pasa Bin?" dijo Sanha al salir del baño y ver al mayor ahí esperando

"Nada, ven" lo tomó de la mano y observó su reloj marcando las doce en punto, abrió la puerta de la habitación y adentró a Sanha tocándolo de la cintura.

"Feliz cumpleaños cariño" dijo detrás de él mientras Sanha observaba a su alrededor todos los detalles que Bin le había preparado.

"Bin" dijo Sanha sonriendo y se giró tomándolo de las mejillas, sus ojos se humedecieron ante maravillosa sorpresa para después darle un gran abrazo "Te amo" dijo al despegarse un poco de él y le dio un beso corto en los labios.

Sanha tomó el pastel entre sus manos y cerró sus ojos.

"Deseo permanecer a tu lado toda la vida" dijo encontrando su mirada con la de Bin, el mayor se acercó a él para quitar las velas numéricas y Sanha dio un mordisco al pastel, Bin tomó un poco de crema y se la unto en la nariz al castaño haciéndolo reír.

Guardaron el pastel de nuevo en la nevera y Sanha regresó a la habitación queriendo abrir sus regalos pero el director dijo que debía esperar al amanecer para su próxima sorpresa así bajaron los regalos al piso dejando libre la cama.

Bin se acercó al menor para besarlo lentamente fundiendo sus labios despacio hasta hacer sus lenguas chocar, comenzaba a bajar y subir su mano acariciando la espalda y la cintura del menor por encima de su ropa, esta vez quería hacerlo distinto, quería que fuera lento y delicioso, quería simplemente hacerle el amor.

Sanha comenzó a desabotonar la camisa, botón por botón para poder tocar esos pectorales que lo volvían loco, al dejarlo al descubierto subió sus manos hasta envolverlo mientras lo seguía besando, Bin tomó los muslos de Sanha y los envolvió en su cintura para recostar al menor en la amplia cama que cada noche compartían, sin separarse del beso Bin comenzó a quitar las prendas estorbosas para deleitarse al contacto con la piel de su pareja.

Separo sus labios de los del menor para comenzar a chupar el cuello, lamer y dar algunos mordiscos cerca de su oreja mientras escuchaba los sonidos de placer que Sanha le regalaba, mientras que su mano izquierda recorría lentamente desde la cintura hasta el muslo del menor que estaba aferrado a su espalda dejando ligeros rasguños en él.

Sanha bajo su mano para tomar el falo del mayor que aun estaba dentro de aquel pantalón de vestir que usaba, rápidamente lo saco para tocarlo, quería sentir esa suave piel entre sus manos incorporándose en la cama hizo que Bin quedará acostado boca arriba y se montó en el para seguir con aquellos besos que no tendrían fin esta noche.

Bajo lentamente hasta su cuello y aspiró aquella colonia que lo volvía loco, siguió bajando y lamía cada centímetro mientras que Bin disfrutaba echando su cabeza hacia atrás al sentir la lengua caliente del menor llegar hasta su falo, lo envolvió entre su mano y beso la punta húmeda por aquella lubricación natural, envolviendo en su boca lo que más pudo para bajar y subir lenta y placenteramente.

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