47 ) 2020

111 25 1
                                    

— Jimin, espera. —Jungkook se levantó pero el pecoso se echó a correr inmediatamente—. ¡Mierda! Esto era lo que quería evitar.

— Lo lamento, no quise ocasionar esto. —Mingyu se disculpó e hizo una pequeña reverencia pero Wonwoo tomó su mano y le dio pequeñas palmadas en la espalda.

— No es tu culpa, no te preocupes. —le dijo el pelinegro amablemente antes de salir del aula en busca de Jimin quien ya no se veía por los pasillos.

Buscó en los salones pero no había nadie, la mayoría ya estaba en su club o ya se había ido, aún así no se miraba a Jimin por el campus, suponía que debía estar escondido en algún lugar. Afortunadamente Seunghyun no había asistido ese día por lo cual no le preocupaba que ambos se toparan.

Entró al gimnasio y no pasó desapercibido la puerta de los vestidores un poco abierta. Suspiró tranquilo y se acercó a ésta cuidadosamente hasta entrar. Cerró la ya dicha y buscó por el lugar a su pequeño enamorado. Y luego de un rato finalmente lo encontró junto a las cajas de balones en un pequeño rincón.

— Jimin.

Llamó al menor, éste estaba hecho una pequeña bolita y sus sollozos eran bajitos pero aún así se lograban oír. Jungkook tomó asiento junto a él y suspiró.

— Creí que te quedarías en la biblioteca hasta salir. —dijo el mayor en un tono bajo.

— Es que... Rose me dijo que podía llevarme libros a mi casa y quería preguntarte cómo podía hacer eso para que ella no me mirara raro si le pedía que me enseñara. —murmuró con dificultad debido a su respiración y sollozos.

— En primer lugar, no hay nada de malo en pedir ayuda y pedir que te enseñen... Si no pedimos ayuda, ¿Cómo vamos a aprender? —miró de reojo al menor.— Y en segundo lugar... Lo lamento... No quería que supieras. —confesó después de recargar su cabeza en la pared.— Enserio perdona Jimin, no pude protegerte.

— ¿Cuándo pasó? —preguntó entre sollozos y suspiros.

— En la fiesta, cuando te subiste a dormir. Él me convenció de bailar con Eunwoo. Cuando terminé, subí y lo encontré... —hizo una mueca de desagrado, tan sólo recordarlo le era asqueroso.

— ¿Me hizo algo...? ¿Me tocó? ¿Dónde me tocó? —hizo de sus manos dos puños. era muy sensible al tacto y aunque no podía recordar nada, se sentía asqueroso.

— Por suerte no alcanzó a hacerte algo pero por desgracia sí te tocó... Supongo que sólo fue el torso, tu camisa... Estaba levantada. —sacudió su cabeza de forma ligera, no quería imaginarse a Jimin así.

— Dios, es tan asqueroso... —gruñó asqueado.

— No debí dejarte solo. —lentamente abrazó al rubio y éste no dudó ni dos segundos para aferrarse a él con fuerza—. Perdón, Jimin.

— No es tu culpa... Por favor no digas eso, sólo que odio que miren mi cuerpo, odio que lo toquen de esa forma. —intentó tomar aire para calmarse. jamás había estado en una situación así y necesitaba estar tranquilo para pensar mejor.— A Mingyu... A él también le hizo algo, ¿Cierto? —se separó un poco para mirarlo a los ojos.

—suspiró mirándolo y asintió leve—. Sí... Lamentablemente a Mingyu sí le hizo algo, por eso tomó esa actitud, porque cree que los chicos gays únicamente quieren eso. —llevó su diestra a las mejillas del menor para limpiar sus lágrimas que no se detenían—. Por eso te trató así cuando tú de malo no tienes nada, cariño. —le sonrió con dulzura.

— Por eso Wonwoo no se le declara. —puso su mano sobre la ajena y acurrucó su rostro ahí—. En la otra línea... Al parecer todo estaba bien, nada de esto había pasado, ¿Por qué?

— Eso pasó en una fiesta que organizó Dino... Al no existir él, no hubo fiesta, no pasó nada. —hizo un ademán con sus hombros—. En la otra línea Mingyu aceptó a Wonwoo porque no pasó por una experiencia traumática. De hecho, supongo la otra línea era diferente ya que, cuando Mingyu nos contó, Dino, Taehyung y yo... No le creímos. —recibió la mirada enojada del menor—. Lo sé, ni siquiera tenemos justificación, éramos imbéciles... —suspiró—. Bueno, Soonyoung y Wonwoo le creyeron. Pero Eunwoo estaba en un debate si creerle o no, mejor dicho, le creyó pero para evitar problemas, se alejó de todos. —hizo un ademán con los hombros.

— Tiene sentido... —inhaló profundamente una vez más para calmarse—. ¿Crees que ahora él acepte a Wonwoo? ... Se disculpó conmigo, creo que todo puede estar bien. —luego exhaló, consiguiendo calmarse.

— Esperemos que sí. —le sonrió.

Jimin se sentía protegido con Jungkook, esa "experiencia" con Seunghyun sólo le dejó claro una vez más que Jungkook era el bueno y que jamás fue el malo. Nadie lo era, ni siquiera Mingyu, quién sólo estaba tratando de alejarse de personas que creía le harían daño. También le dejaba claro, que Jungkook era aquel chico que quería y anhelaba.

— Superemos esto... Juntos, porque no sólo te afectó a ti, a mí también al no poder cuidarte bien, ¿Si? —tomó de nueva cuenta sus manos— Te protegeré.

Estaba enamorado sin darse cuenta de ello. Ambos se levantaron y regresaron al club de música donde se podía apreciar la voz de Mingyu cantando la canción que Taehyung había escrito y la melodía que Dino había creado.

Su voz era lisa, suave y limpia.

Al entrar no interrumpieron, notaron a Soonyoung junto a Dino mirando la melodía en la laptop, Taehyung seguía la letra en su cuaderno y mientras Mingyu cantaba, Wonwoo sostenía su mano.

Pasaron algunos minutos y por fin terminó, todos aplaudieron, avergonzando al castaño.

— Llegaron. —dijo Dino al ver al rubio y al pelinegro sentados en las primeras filas.

— Jimin. —se apresuró a decir Mingyu—. Lo siento, creí que sería mejor que supieras pero Jungkook tenía razón, era mejor que no fuera así, fue mi culpa. —hizo una reverencia unos segundos.

— No, tranquilo. —se encogió de hombros—. Es verdad que se siente... Horrible, pero voy a superarlo porque tengo a mis amigos. —sonrió leve.

— Con amigos es mejor, sí. —miró a Soonyoung y a Wonwoo—. También estoy aquí por si necesitas algo. —murmuró.

— Seamos amigos, los siete. —no parecía ser una idea tan agradable ya que habían pasado tantas cosas que los incomodaron, aún así, sabían que debían intentarlo—. Empezamos con el pie izquierdo, así que iniciemos desde cero. —se acercó al castaño—. Soy Park Jimin. —extendió su mano y sonrió.

—lo dudó unos momentos antes de tomar su mano.— Kim Mingyu, es un placer. —estrecharon sus manos y sonrieron el uno para el otro.

 —estrecharon sus manos y sonrieron el uno para el otro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Chico Raro ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿ ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora