Capitulo IV - Pruebas

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5:30 PM.

Jeronimo y Sakura caminaban juntos por las calles de Lakeside. Desde que salieron de la casa, apenas habían intercambiado palabras, limitándose a caminar en un silencio que, aunque no incómodo, estaba cargado de pensamientos y emociones no expresadas. Ambos parecían estar en una especie de trance, perdidos en sus propios mundos interiores mientras sus pasos los llevaban sin rumbo fijo. Las luces de la ciudad comenzaban a encenderse, anunciando el final del día y el inicio de la vibrante vida nocturna de Lakeside.

—¿A dónde vamos? —preguntó finalmente Sakura, rompiendo el silencio con una mezcla de curiosidad y cansancio.

—Ten un poco de paciencia —respondió Jeronimo con tranquilidad.

Mientras hablaba, giró la cabeza hacia un costado, observando cómo el sol se escondía lentamente en el horizonte, pintando el cielo con tonos cálidos de naranja y rosa. Sin soltar la mano de su amiga, Jeronimo aceleró el paso, guiándola con determinación hacia una pequeña colina. Al llegar a la cima, encontraron un mirador con una vista panorámica de la ciudad. Se sentaron en una banca, el aire fresco de la tarde envolviéndolos.

—¿Qué hacemos aquí? —preguntó Sakura nuevamente, con la curiosidad aún latente en su voz.

—Tomar aire —respondió Jeronimo, su tono sereno.

—¿Eh?... —dijo Sakura, algo decepcionada por la respuesta simple.

—A veces, cuando estoy aburrido, cansado o me siento perdido, vengo aquí. —Jeronimo hizo una pausa, mirando el horizonte—. Sakura, siendo sincero, no sé cómo ayudarte con tus problemas familiares. Me preguntaste qué se siente no tener familia y la verdad no sé qué responderte. Nunca he tenido una familia, por lo que en primer lugar no sé qué debería sentir.

—Ya veo... —murmuró Sakura, con una tristeza evidente en su voz.

Jeronimo, sintiendo la tristeza de su amiga, decidió hacer una pregunta que llevaba tiempo rondando su mente.

—¿Qué se siente tener familia?

—¿Me lo estás preguntando? —Sakura se sorprendió por la pregunta inesperada.

—Sí —respondió Jeronimo, afirmativamente.

Sakura guardó silencio por un momento, buscando una respuesta en sus recuerdos y emociones. Tenía una definición de familia, pero después de la muerte de su madre, esa definición había comenzado a desvanecerse lentamente.

—Pues, yo creo que... —intentó responder, pero las palabras no salían con claridad—. La verdad no sé.

—Sakura, te propongo algo —dijo Jeronimo, cambiando su tono a uno más relajante y esperanzador.

—¿Qué? —preguntó Sakura, curiosa y expectante por la propuesta.

—Tú y yo no conocemos lo que significa esa palabra. ¿Por qué no la descubrimos juntos? —dijo Jeronimo, su rostro mostrando una expresión reconfortante.

—¿Hablas en serio? —Sakura no podía procesar bien la solicitud, asombrada por la sinceridad de Jeronimo.

—Sí, nunca conocí su significado y tú lo olvidaste. Te ayudaré a recordarlo —dijo Jeronimo con energía.

La característica sonrisa de Sakura volvió una vez más, iluminando su rostro.

—Y yo te ayudaré a que lo conozcas.

—Entonces, ¿es un trato? —preguntó Jeronimo, extendiendo su puño.

—Sí, señor —respondió Sakura, haciendo lo mismo.

Dark Hole: Ciegos por la VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora