III: Abraxas Balaam

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En Latissa, Luz se resguarda en sus pensamientos, mientras no paraba de tomar sangre de manzana, sobre el techo de una casa. En ese momento saca de su riñonera un glifo e invoca hielo para enfriar su bebida.

  - Las bondades de este mundo- expresa de forma melancólica, mientras observa la botella de la que bebe.

Al terminarla, se queda mirando hacia a la nada.

En el ínterin puede ver los pocos habitantes que caminaban por la calle, y especialmente le llama la atención un solitario estudiante de Glandus.

Ella no estaba segura, porque, al estar ebria, sus sentidos la traicionaban. Pero creyó haber notado una enorme desolación en su rostro.

Aquello le nubla su mente, y empieza a pensar que tal vez el no tengas padres y sea de las tantas brujas y demonios que ha aprisionado contra su voluntad.

Se agarra del rostro y su respiración se empieza a agitar. Entonces se levanta de golpe y muestra una furiosa mueca, y con todas sus fuerzas, arroja su botella al vació.

Una lagrima brota de su ojo y recorre su mejilla.

  - Disculpa señorita! ¡¿Puedo pedirle que se baje del techo?! Exclama animadamente, una figura misteriosa, abajo en la calle.

Al limpiarse la lagrima, Luz puede visualizar a un demonio ocre en gabardina, que portaba unas gafas oscuras.

  - La dueña de la casa no tardara mucho en tirarte la escoba- Sonríe, mientras revela la botella que previamente ella había arrojado.

  - A.B! ¡Cuando menos lo esperaba! - Se dice a sí misma, al suspirar y alzar la mirada al cielo.

Al instante, sin percatarse, una escoba es arrojada de la nada y terminan golpeando su mentón.

Un rato después, muy cerca del puerto.

  - Si vas a preguntar como estoy. Ya lo sabes- Dice con la cabeza agacha, mientras se sienta sobre unos escalones.

El demonio azul, le responde con una soberbia sonrisa

  - ¿Cómo esta tu novia? - se saca las gafas.

  - Está bien, gracias- responde lentamente, sin mirarle la cara. Y se limpia las manos- Ahora recuerdo que debo llamarla.

  - Sobre pensar mata el alma. Y esto, que lo llamas terapia, lo empeora- dice el demonio al inclinar la mirada, y al exponer y menear, suevamente, la misma botella que recogió anteriormente.

  - Tal vez, pero yo nunca dije eso- responde la morena, mientras con la mano reclama la bebida.

Ambos se mantienen en silencio por un rato. Posteriormente A.B se sienta al lado de Luz y le entrega la botella.

  - Veo que tus opciones para acceder a la ciudad, se está reduciendo. Y creo que el último plan es un manotazo de ahogado- dice con un esbozo de regocijo.

  - Tú no sabes hasta donde yo y mis amigos podemos- responde la morena, al relucir una mueca de fastidio e intentar tomar.

  - Mi hermano me dijo eso cuando le recalque que abandonar nuestra compañía de teatro era arriesgado. Pero no me voy a guardar, que, me impresiona como han estado poniendo la carne y el alma en la causa por salvar al mundo. Ni yo podría tener tanto altruismo para hacerlo. Los envidio, de verdad.

  - A ha sí. pero a qué quieres llegar? Cuestiona Luz.

A.B nuevamente le sonríe y se levanta.

  - Hace unos días, siguiendo rastros de desechos de Belos, encontré vestigios de una guarida suya. Estoy convencido, de lo que se haya resguardado dentro de ella, podría ayudarnos a cambiar el curso de este conflicto.

Al escucharlo, los ojos de Luz se iluminan y levanta la mirada hacia el demonio azul.

  - ¡¿Dónde está?! - se levanta en seco, ignorando que se le cae la botella y se rompe.

En la base del cráneo, parece sellada por un código mágico. Eso es de tu tipo - responde A.B, mientras se vuelve a poner las gafas y subir unos escalones.

 - Claro! ¡¿quién más?!- Luz esboza una brillante sonrisa.

 - De acuerdo. a juzgar por tu cara, me dice que vayamos de inmediato. Al grano. Como siempre me gusta.

Luz al conectar la última frase de A.B con su apariencia, contiene una carcajada.

De pronto en ese mismo instante, ambos escuchan, muy cerca, unos gritos.

  - ¡Ladrón! - Exclama una voz ronca.

Luz rápidamente observa una sombra volar y aterrizar sobre un techo cercano. Llevaba un baúl consigo.

  - Tendremos que dejar el asunto de guarida para después- dice, al entrecerrar los ojos – ¡Mamá debe capturar un chico malo!

  - Adelante! - carcajea A.B- Recuerda que, si los deja llorando, directamente dile que le cortaras el cuello.

  - Para que no vuelva a hacerlo- termina la frase Luz, señalándole con los dedos a la par de una intrépida sonrisa.

El demonio ocre le devuelve el gesto rápidamente.

  - Los Iracundos tenemos que sacar nuestra fuerza- Se gira para marcharse, mientras alza su puño.

Luz observa como desaparece, mientras mantiene aún la sonrisa. Pero rápidamente se pone al corriente. Fija la mirada hacia donde vio el fugitivo, inhala fuertemente y agarra sus manos para crujir sus nudillos.  

SEVERED WINGS ACT 1: Todos se van (En español)Where stories live. Discover now