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ALAS ROTAS

Era una noche fría y lluviosa, un rubio no dejaba de moverse en su cama al no conseguir el sueño. No entendía por que ya que, siempre solía dormirse demasiado rápido. Pero había algo que no lo dejaba dormir. Estaba inquieto y no entendía la razón.

Lentamente se levantó de su cama y trató de no hacer mucho ruido, pues su abuelo estaba durmiendo pero el hombre tenía el oído muy sensible. Agarro su celular, se envolvió a si mismo en una manta de polar, se puso sus pantuflas y salió de su habitación.

 Agarro su celular, se envolvió a si mismo en una manta de polar, se puso sus pantuflas y salió de su habitación

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Rodando los ojos por los chistes de su amigo, salió de la casa

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Rodando los ojos por los chistes de su amigo, salió de la casa. Vivía con su abuelo un tanto alejado de la ciudad. Cerca de su casa había un muy lindo bosque. Bueno, se veía muy lindo de día, de noche daba miedo.

A paso lento avanzaba por el medio del bosque, conocía muy bien la zona, ya que siempre que necesitaba distraerse salía al bosque. Era uno de sus lugares favoritos.
La luna llena iluminaba su caminar. El aire frío le acariciaba las mejillas, ya casi se terminaba el invierno pero todavía hacía mucho frío. Una leve llovizna comenzó a caer, se trató de tapar la cabeza con su mantita de polar y estaba apunto de seguir caminando cuando escucho algo.

Era una especie de llanto.

O gritos de dolor, no podía ver ya que estaba todo oscuro, pero si podia guiarse.

The Black Winged ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora