06

88 8 3
                                    

PROHIBIDO

Ambos sabían que lo que hicieron y estaban haciendo estaba mal. Pero ninguno quería parar. Era demasiado bueno para que esto dejara de suceder.

Hyunjin dejaba besos en todo el rostro pecoso del otro. Eran las cinco de la mañana, al parecer necesitaban quitarse todas las ganas que tenían acumuladas.

Felix estaba exhausto, pero se sentía increíble. Habia sido una muy buena primera vez. Acaricio el rostro de su demonio con cariño. Ambos se miraban fijamente sin decirse nada, pues ya lo habían dicho todo con sus cuerpos.

—¿Te vas a ir?— inquirió el rubio.

—En un rato, todavía tengo tiempo.— sintió la mano de Hyunjin cerrarse en su cintura para atraer lo hacia él.— Por ahora durmamos un poco.

Cerro los ojos y abrazo con fuerza el cuerpo contrario. Necesitaba sentir esa calidez, un poco más de tiempo. Siente como besos son dejados en su cabeza. Le da tristeza porque siente que no va a tenerlos nunca más.

—¿Sabes que esto está mal, no?— inquirió Hyunjin. Él asintió lentamente.

—Pero no entiendo por que. No quiero que me dejes.

—No tengo permitido estar con humanos.

—Aún no entiendo como funciona, no me lo has explicado.— dejo un beso en su frente antes de hablar.

—Pues, yo en realidad, soy la reencarnacion de Lucifer. Cada quinientos años se cambia de Satanás o como le quieras decir. Yo desde pequeño sabía mi destino pero nunca lo quise cumplir aunque tarde o temprano tuve que hacerlo, y caí en tu casa.

—¿Por qué justo ahí tenias que caer?

—No lo sé pero me salvaste amor. Me ayudaste.— no pudo evitar sentirse enternecido ante ese apodo.

Amor.

¿No hay manera de que podamos estar juntos?

—Lo dudo, esta prohibido. Podría visitarte pero cada cierto tiempo o los de arriba podría enterarse.— murmuró el demonio parándose de la cama. Comenzó a vestirse.— Tengo que irme.

—¿Vas a volver?

—Sí, lo prometo.— dejo un beso en sus labios y en cuanto parpadeo Hyunjin ya no estaba. Lágrimas no tardaron en aparecer y se hizo bolita en su cama tratando de dormir.

Los días pasaban y no tenia noticia de Hyunjin. Lo extrañaba demasiado. Estar juntos esa noche no fue suficiente, lo quería, en verdad lo quería. Pero no podía tenerlo.

Al menos no aún.

Iba a su escuela aunque no había nada interesante que aprender. Sus profesores ya estaban hartos al igual que el y sus compañeros, todos esperaban que el año termine.
Era jueves así que solo tenia dos materias. Sintió como le tiraban un papel en su cabeza. Vio a su amigo sonreirle.

—Últimamente estas muy deprimido, ¿qué te pasa?

—Nada, no te preocupes Jeong.

The Black Winged ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora