La bienvenida al prostíbulo

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Me despierto algo mareada, una habitación oscura, todo está borroso y no puedo mover mi cuerpo. Mi mano derecha esta esposada a una cama en la que estoy recostada. Al intentar levantar mi cabeza veo una puerta gris, no hay ventanas y solo se refleja pequeños rayos de luz que cuelan por el borde de aquella puerta. No sé qué está sucediendo, no sé dónde estoy, ni siquiera recuerdo que sucedió.

Miro hacia los lados con dificultad pues mis sentidos todavía no han vuelto, y veo otra chica igualmente esposada a una cama a tres metros de la mía, al parecer aún está dormida. Intento mantenerme despierta pero mis parpados están pesados y mi cuerpo no me responde.

-¡Joder tío! ¡Pero que mierdas! fue una noche mala, solo seis tías, no es lo que espera. – escucho levemente a las afueras de la habitación, parece ser una conversación de varias personas, y sus voces son gruesas, todos son hombres. Deseo escuchar la conversación pero no puedo, mis sentidos están dormidos.

-Dejad de ser gilipollas y pensad un poco, no teníamos opción. Debíamos irnos, la policía iba a llegar en cualquier momento. – dice unos de los hombres bastante enojado.

-Pero tenemos carne fresca, estas tías podemos pasarlas como vírgenes por un buen tiempo así que tendremos bastantes euros asegurados. – escucho como los demás ríen a este comentario en medio de "tenéis razón tío, estas tías nos harán cagar euros".

Se abre la puerta de la habitación y entran 5 sujetos. Uno de los hombres se acerca a mí y hace que beba un líquido, no puedo oponer aún estoy adormilada.

-Tomadlo, te hará quitar esa resaca que tenéis – dice uno de los hombres, tiene una barba de chivo, pelo negro y corto, y comparado con sus colegas es algo bajo.

Después de unos cuantos minutos, logro despertar. Aunque mis energías no están al 100 por ciento, puedo ver de forma clara y controlar muy levemente mi cuerpo.

-Bienvenidah a la que será su casa por un buen tiempo. – dice uno de ellos, es algo robusto, con gafas y pelo negro. – pero antes, debéis pasah la prueba de admisión. – ríen todos.

- Pero ¿¡de que mierdas está hablando!? – replica la chica esposada que esta junto a mi cama, es delgada y no muy alta. Por la ropa que tiene debe tener unos 18 años, cabello muy corto y con un tinte azul oscuro, labios rojos y el maquillaje esparcido alrededor de sus ojos cafés.

-Veras pequeña muyaya, de ahora en adelante las cosas serán como yo os ordene.- le responde un hombre que esta entrando, es alto, cabello castaño y usa unas gafas oscuras, abrigo de cuero y zapatillas. Entra y se dirige a la cama donde está la chica peleas, se retira las gafas, sobresalen los ojos de color verde; se sienta cerca a la chica y la sujeta medianamente fuerte por el cuello. – Pero si no seguéis las ordenes que os doy, y comienzas a hacer este tipo de gilipolleces, vais a conocer el mismísimo infierno, lo entendéis pedazo de guarra. – la suelta de forma brusca, se levanta y se pone de nuevo las gafas, esta vez se dirige a mi cama, estoy totalmente asustada.

-Pero si os comportáis bien y no generáis peleas podrán irse muy pronto de este lugar. Pero todo depende de vosotras, si queréis que este lugar sea una habitación de hotel o una cárcel perpetua – dice y se sienta junto a mí, acaricia mi mejilla y se quita las gafas. – ¿Lo entendéis?... ¿Tenéis alguna pregunta? – dice mientras inspecciona todo mi cuerpo con su mirada

- ¿Qué es exactamente lo quiere que hagamos? – pregunto con voz fría para intentar parecer calmada, pero la verdad es que estoy totalmente asustada.

-¿No habéis escuchado a Mangel? – dice y se levanta. – Debéis pasar la prueba de admisión, y las que no aprueban, pues... – dice mientras camina. – No podemos darnos el lujo de arriesgarnos, y dejar un cabo suelto con alguna de ustedes, lo entendéis. –

- pero, ¿qué prueba? ¿Qué debemos hacer? – replico totalmente confundida por la respuesta.

- Simple... solo debéis ser mujeres – sonríe el chico alto. – pero relajad las tetas, que todas os pasáis las pruebas, y solo hacemos esto por diversión. Venid tíos, debemos repartir a las tías. – dice y todos se retiran detrás de él.

El Prostíbulo De Los Youtubers Españoles (Rubius Hot +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora