DIE FOR YOU | [ZEENUNEW]

CAPITULO DOS 🔥

Datos:
Zeepruk habla en tailandés con sus hermanos, a pesar de que los tres dominan el italiano, preservan el idioma natal de sus padres.
NuNew es tailandés.

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—¿Y este pastel? —Janis y Latte se miraron, para después ver al mafioso con la vista fija en la pantalla de su computadora.

—Lo compré en la cafetería a la que solíamos ir con papá y mamá. —ambos menores volvieron a mirarse, está vez con una sonrisa. Dejando sus mochilas sobre el sofá de la sala, volviendo al comedor junto al mayor.

Janis tomo su lugar en la mesa, mientras Latte se acercó a la mesada, encendiendo la  pava eléctrica y sacando dos tazas de la alacena, junto a dos saquitos de cafe. Zee los observo por sobre la pantalla de su portátil. "Deja vu", está escena le resultaba tan familia. Janis esperando y Latte preparando el café...cómo solía hacerlo si madre con él.

—No te olvides los platos y las cucharas. —Janis volvió a mirarlo. —¿Pediste que lo cortaran?

—Ya venía cortado.

—¡Perfecto!

Latte se devolvió a la mesa, dejando tres platos con cucharitas, tomando su lugar a un costado de Zeepruk, enfrentado a Janis. Nuevamente esa sensación del recuerdo. Zee podía verse a él y a su madre, sentados a cada lado de su padre, mientras el tomaba lugar en la cabecera de la mesa.

—¿Vas a comer pastel, hermano? —nego, cómo solía hacerlo su padre, cada que le ofrecía comer del pastel que su madre compraba todos los días después de ir por el al instituto.

—¿Por qué sigues siendo tan cortés con Zee?, es nuestro hermano, no nuestro padre.

—Es que, yo si tengo modales, no como tú. Animal.

Zee observo la escena, divertido por la pequeña discusiones de sus hermanos. A veces parecían una familia normal y corriente como las que pasaban en la televisión. Lastimosamente...no lo eran, tal vez antes la vista de sus hermanos si, pero Zeepruk sabía que nunca podría darles las vida normal que solían tener.

—¿Cómo les fue en la universidad?

Janis dejo de saborear el amargo sabor del chocolate del pastel, pensando por unos minutos que era lo que había echo durante la tarde. Latte por su parte se levantó a preparar el café y servirlo en la mesa, dejando una taza frente a Janis y la sobrante en su lugar.

—Hablamos un poco sobre las fechas de los próximos exámenes, también nos dejaron algunos trabajos y exposiciones para la siguiente semana. —Zee asintió con su cabeza, llevando su vista a su hermano que bebia un poco del café.

—¿Y tú?

—¿Yo?, casi lo mismo que Janis...solo eso. —la perfilada ceja del mafioso se elevó, percibiendo el nerviosismo en la voz de su hermano, que apretaban la taza de porcelana entre sus manos.

—¿Seguro? —Zee lo vio asentir, mientras Janis plantaba su vista sobre Latte. Algo pasaba entre los dos, su hermana sabía de algo que el no y estaba esperando a que su mellizo lo dijera.

—Dijiste que le dirías. —aunque lo susurro, no fue difícil de percibir para el mafioso, que tenía más que entrenado su oído.

—¿Decirme que?

—N-No es nada, lo prometo.

—Latte.

—Y-yo-

—Hay dos chicos de su carrera que lo molestan durante el almuerzo. No es reciente, esto sucede desde el año pasado. —Latte se encogió en su lugar, evitando la fuerte mirada del mafioso, que fruncía su entrecejo.