DIE FOR YOU | [ZEENUNEW]

CAPÍTULO TRES 🔥

Dato:
Los tiempos están interconectados, solo que una interacción ocurre antes que la otra. Estoy hablando de los momentos en que la narración cambia de Zee a NuNew o viceversa. Aunque no siempre será así, puede haber partes donde avancé más con los tiempos de uno y retroceda con el de otro.
Espero haberme explicado bien.

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—James vendrá a recogerles, así que no salgan de acá y permanezcan juntos, ¿de acuerdo? —los mellizos asintieron, escuchando atentos la orden de su hermano mayor.

—Lo haremos, pero ya somos demasiados grandes para ser reprendidos así. No nos trates como niños. —Janis se cruzó de brazos, notando la mandíbula de Zeepruk tensarse.

—Eso no me importa. Están a mi cargo y viviendo bajo mi techo, así que hacen lo que les digo o no volverán a ver la luz del dia, jamas. —Latte asintió sin decir nada más, mientras Janis tomaba sus cosas, molesta por la actitud del mayor. —Cuida de tu hermano, por lo menos en eso hazme caso.

—Latte no es un niño.

—Te dije que lo cuidaras, no que me recordarás que ya es un adulto. Eso ya lo se, pero nada va a impedir que lo proteja. Lo mismo para ti.

—Como sea.

Zee vio a Janis marcharse, cerrando la puerta del auto con fuerza. Estaba molesta, lo había notado, pero no cedería en su decisión de mantenerlos a salvó, es por eso que continuaba esperando a que ellos estuvieran dentro de sus respectivas facultades.
Zeepruk dejo escapar un fuerte suspiro, peinando sus oscuros cabellos hacia atrás, con los dedos de sus manos, dejando al descubierto su frente. Su mente comenzaba a nublarse, tenía tanto en ella que poco a poco comenzaba a derrumbarse. Tenías que pensar mejor las cosas, acomodar sus ideas pero no sabía por dónde empezar.

La vista del mafioso se desvío hacia la pantalla de su celular, que mostraba el nombre de su mejor amigo mientras vibraba sobre el tablero del auto.

—¿Por qué me llama?

Zeepruk tomo el aparato, contestando la llamada y colocando el altavoz para poder hablar mientras conducía hacía esa cafetería. Realmente no estaba de humor para absolutamente nada pero esperaba que al ver al chico bonito de ojitos avellanas, su ánimo mejorará.

—¿Zeepruk?

—¿Que quieres?

—Vaya, también es un gusto hablar contigo amigo.

—Ve directo al grano, hoy no tengo humor para soportar tus chistes de mierda.

—Se nota...cómo sea. Conseguí algo y alguien que podría interesarte.

—¿Que es?

—Le pedí a un amigo que siguiera a tu chico, ese el de la cafetería. Consiguió un poco de información, como que tiene una hermana mayor que vive en Estados Unidos.

—No es realmente un dato interesante para mí.

—Bueno, pero el siguiente lo será.

—Dime.

—Estudia en la misma universidades que tus hermanos y por lo que ví en sus redes sociales, se lleva muy bien con Latte. —el rostro del mafioso se relajo. De un momento a otro, la conversación se había vuelto bastante... interesante. —Oh, otra cosa. Mi amigo, que siguió a tu chico, coloco unas cuantas cámaras invisible en sectores estratégicos de su apartamento, ya sabes...para que puedas masturbarte como el asqueroso que eres.