Algo de alivio

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Pasaron algunas semanas de tortura, pero al fin Azul está en su casa. Está fuera de peligro, pero aun así debía volver al hospital para controles y quinesiología, además de la diálisis. Decidieron organizar una pequeña bienvenida con doña Pupe y su amigo. Por otro lado, Pedro, su compañero de trabajo, se ofreció para levarlos a su casa en su auto. En el tiempo que estuvieron trabajando juntos, empezó una pequeña amistad; pues, el hombre no tiene familia y lo considera al chico parte de ella. Llegaron a la casa, y al entrar ve que la sala está decorada con algunos globos lilas, su color favorito y guirnaldas. Ella se pone feliz y dice:

— Que lástima que mamá sigue internada en el hospital, le hubiera gustado mucho estar aquí con nosotros.

Un silencio incomodo invade el lugar, pues todos lo sabían esa verdad incómoda, esa que tú y yo también sabemos. Ahora te pregunto, de escritora a lector/a, ¿Qué harías en esta situación? ¿Le dirías la verdad aun sabiendo que eso la podría afectar emocional y físicamente? Si yo fuera él, aunque no es lo correcto, no se lo diría, al menos por el momento. Volviendo a lo que dijo, todos tratan de disimular y le cambian el tema de la conversación. Le ofrecen comida y ponen algo de música para animar el ambiente. De a poco se van relajando y van llevando la fiesta en paz. Toda la fiesta estuvo muy calmada, solo se comió, se charló y se escuchó algo de música; pues, estaban Consientes de que no debían hacer algo que la canse o la angustie. Evitaron a toda costa hablar del tema de la madre y solo se limitaban a decir la misma mentira que Isaac le había dicho. Al finalizar, Azul se fue a descansar y los demás se quedaron a limpiar todo. Más tarde, todos los invitados se retiran con excepción de Martín que se queda a pasar la noche.

Ya en la habitación, los dos están acurrucados en la cama viendo "Chaisaw Man". En eso, a Martin se le ocurre retomar el tema de la cuenta de "Onlyfans":

— ¿Sabes que podemos hacer? Podemos darte un seudónimo y armar un personaje. Creo que tendrías mucho éxito con esto.

A lo que le pregunta: — ¿Estás seguro que va a funcionar? Creo que es una pérdida de tiempo.

Pero, su amigo insiste: — Bueno, si no funciona, lo dejamos, cerramos la cuenta y ya.

Al final accedió, pensando en que ya no tenía más nada que perder. Los dos empezaron a buscar ideas para el nombre, pero no se les ocurría nada. Tiran algunos nombres y no les convencen ninguno. Hasta que Martin sugiere el nombre de "Anubis", pue argumenta que es un interés restringido el tema de la mitología egipcia para Isaac. -Además, se acordó que un tiempo lo llamaron así, por una fiesta de disfraces donde él fue caracterizado como ese dios. A los dos les pareció un buen nombre, y ya que tenían todo lo que necesitan, deciden crear un perfil en dicho perfil y publicar un par de fotos que se habían tomado unos días antes. Acordaron que las imágenes que publicaran mostrarían el rostro, porque creían que les podrían traer problemas en un futuro.

Pasan un par de días donde todo permaneció en perfecta armonía. Isaac trabajaba, la señora Pupe, cuidaba a su hermanita, y Martín en sus ratos libres colaboraba haciendo algunos quehaceres. Aunque él no le mostró el interés ni le dio la importancia al tema de su nueva cuenta, empezó a notar que recibía solicitudes de algunos sujetos pidiéndole para comprar sus fotos intimas. A pesar de la incomodidad, al ver que le ofrecían una buena suma de dinero, decidió tomar algunos pedidos. Su amigo lo ayuda con las fotos y el cada vez se animaba a posar de formas más sugerentes. Con ese dinero pudo costear los medicamentos de Azul y el trasporte que la llevarían al hospital a hacer sus ejercicios de rehabilitación para que vuelva a caminar. Su ánimo mejoraba cuando la veía bien a ella, y solo eso bastaba, nada más. Algunos pedidos eran desde los básicos, algunos sobre fetiches, y algunos simplemente eran asquerosos. Sin embargo, había un suscriptor que le compraba frecuentemente, le daba "me gusta" y comentaba sus todo lo que publicaba, le enviaba propina, y de vez en cuando le escribía en privado para pedirle de hacer videollamada. De eso último no estaba seguro de hacer, y hasta Martin no estaba de acuerdo. A pesar de ello, él le respondía los mensajes y le agradecía por los "regalos" recibidos. Aunque pudiera ser que esto no llegue a nada más o termine convirtiéndose en una pesadilla, él no dimensionaba la magnitud de esta situación, pero su instinto no le miente al advertirle que permanezca en alerta.

AnubisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora