The Legend of Zelda: A Link to the Wild

Capítulo 13: Ravio, el verdadero guardián de la princesa

Varios años atrás, un año después de la desaparición de Link, Zelda y Hilda caminaban por uno de los pasillos del castillo.

Zelda llevaba su clásico vestido de princesa que utilizaba antes del cataclismo, es decir que aún no había sucedido lo que sea que le haya sucedido...

—¿Qué sucede, madre? — una Hilda más pequeña que la actual iba de la mano de su madre.

—Quiero que conozcas a alguien — Zelda le sonrió maternalmente... de verdad alguien podría confundirse y pensar que ambas eran madre e hija biológica.

Las dos entraron a la sala del trono donde había un caballero arrodillado.

Zelda se sentó en el trono del rey de Hyrule, mientras que Hilda lo hizo en un trono un poco más pequeño..

—Mira al frente, caballero — Zelda ordenó gentilmente.

El caballero se levantó quedando firme.

—Hilda, he notado que cuando no estoy contigo siempre estás encerrada en tu habitación — Zelda miró a la niña que desvió su mirada al suelo, su madre tenía la razón —Por eso decidí encontrarte un amigo.

En ese momento de detrás del caballero se asomó la cabeza de un niño rubio, tenía exactamente la misma edad que Hilda.

—Vamos Ravio, sal — el caballero puso su mano sobre la cabeza del chico para después empujarlo para que se revelara.

Ravio era un niño rubio que usaba unas vestimentas verde oscuro y tenía unos más que brillantes ojos morados...

—¿A-ah? — Hilda y el chico cruzaron miradas.

Ravio rápidamente se escondió detrás del caballero, asustado.

—L-lo lamento su majestad, Ravio es muy miedoso — el caballero dijo nervioso.

—No hay por qué disculparse — Zelda sonrió —Hilda, preséntate.

La princesa se levantó y se acercó al chico que la miró casi que con terror.

—¡Hola!! — ella saludó como si nada... pese a ser una princesa los modales nunca habían sido lo suyo —Mí nombre es Hilda ¿Podemos ser amigos?

Ravio asomó su cabeza de nueva cuenta y lentamente asintió.

—¡Bien!! — Hilda se acercó y le tomó el brazo —¡Ven vamos a jugar!!

Hilda se llevó a Ravio hacia uno de los pasillos aunque el chico puso una expresión de pánico antes de desaparecer de la vista de los adultos.

—Como le dije... Encontré a Ravio el día que el cataclismo fue derrotado, mí esposa y yo estábamos cazando animales cuando nos lo encontramos allí… Sus padres nunca han vuelto por él — el caballero se arrodilló ante Zelda.

—Apareció el mismo día que Hilda... — Zelda apoyó su cabeza sobre una mano —¿Será una simple casualidad o será el destino?

El miedoso Ravio y la tierna Hilda se hicieron amigos rápidamente, pasado el tiempo Ravio se convirtió en una persona que estaba siempre cerca de la princesa.

Él entró en la escuela de caballería destacando como un prodigio... En un principio se mantuvo igual de miedoso pero con el tiempo su personalidad dió un giro un tanto desagradable...

—¿Eso es todo? — Ravio rió mientras jugaba con una espada de madera, a sus pies tenía 4 caballeros de Hyrule inconscientes —Vamos, no puede ser que la guardia del reino sea así de inútil.

—¡RAVIO!!!! — Ganty apareció de la nada golpeando al chico en la cabeza —¿¡Cuántas veces te he dicho que dejes en paz a los guardias!?!?

—¡E-es que los de la academia de caballeros son unos inútiles!! — Ravio se tomó la cabeza estando muy dolorido