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Marcaba una distancia prudente, acortando todo lo posible su trayectoria hasta la puerta tradicional corrediza. Apenas estando en el borde de esta, una mezcla de aromas escapó de la recámara, propagándose en el aire, entrando por las fosas nasales.
Para ninguno de los jóvenes resultó un arma letal, no hubo reacción de ambas partes por las feromonas de sus allegados. Eso sí, Hakkai estaba impresionado por la estancia, pensando lo que pasó antes de su presencia: todos esos deseos y hambruna desatada. Lo único que le importó al cruzar el umbral, fue la cama, una que invitaba a recostarse en lo ajeno.

Souya cerró la puerta, no tenía idea de cómo describir sus emociones. No sabía si fingía bastante bien estar neutral, o a leguas se le notaba el miedo, la ansiedad. Solo sabía que tenía que dirigirse hasta él, quedándose igual de curioso en los detalles de la habitación, dudando si podía sentarse en la cama al menos.

—Estoy seguro de que la mayoría se recostó en la cama y ni siquiera pasaron al armario, así que yo también lo haré— Hakkai fue el primero en hablar, tumbándose a libertad sobre la cama, respirando hondamente y bostezando— Sabes, amor, ya me empieza a dar sueño. Creo que solo aguantaré un rato más y dormiré.

—Es que estás acostumbrado a dormirte temprano, Hakkai— y vaya que sabía sobre eso.—Y bueno...¿Qué vamos a hacer ahora?— preguntó dándole la espalda, inmerso con la vista al suelo.

Minutos atrás, le había echado la culpa de manera espontánea a su amigo, era algo que hizo por naturaleza, pero aceptó que fue él quién tomó ese lugar. Y qué más, era obvio, desde el inicio estaba claro que la botella podría apuntar a ellos. Después de todo, Souya no estaba amargado o lo suficientemente incómodo con su "pareja" asignada por la botella. Si se trataba de Hakkai, la vida en sí, era más fácil.

—Los demás esperan que nos besemos— lo dijo con el afán de ver cómo reaccionaría él.— Así que...— recordó súbitamente cómo se sentía Souya respecto al tema de los besos, así que decidió no arruinar nada.

—¿Es obligatorio hacer eso?—apenas pudo verlo de reojo, empezando a reunir fuerzas para "cumplir" con la demanda de la diversión grupal.

—No cariño, solo estoy jugando— sonrió cansado, palpando a un costado de la cama.—Acuéstate tú también. Vamos a relajarnos y esperar a que pasen los siete minutos, solo hablemos de cualquier cosa. Nadie sabrá que sucede aquí adentro— no tenía mucho interés en invitar o forzar a Souya al juego, además, siete minutos era muy poco para tan siquiera confesar el inicio de sus sentimientos.—Apuesto a qué los demás entraron a conversar y ya.

—¿Tú crees?—se recostó con suavidad, quedando boca arriba con las manos cruzadas sobre el abdomen.—Tal vez y sí. Les dio pena.— Asumió, ahora tenía una luz blanca como enfoque de su vista.— ¿Con quién pensabas que pasarías a la habitación?— necesitaba conocer ese minúsculo detalle, uno que surgió de la nada.

De su interna inseguridad. ¿Podría ser que Hakkai quería estar con alguien más?

—Tú estabas enfrente de mí, así que contigo— respondió sin dudarlo.—En realidad, quería que me tocara contigo, casi no hemos convivido en lo que va de la fiesta...

—¿Y si te tocaba con alguien más?—ladeó el rostro, con la mejilla sobre la almohada, viéndole.—¿Hubieras hecho otra cosa?

—¿A qué te refieres con otra cosa?— también llevó su cara para tenerlo de frente, ambos en la misma pose.— O sea,  según la pregunta, ¿Si me tocaba con otra persona me hubiera besado y todo eso?

Souya asintió, aunado a un pequeño sonido de afirmación.

—No lo creo, estaría haciendo lo mismo que ahora. Solo platicando.

Viviendo juntos|| HakkaSouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora