CAPITULO 12

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Cinco meses habían pasado y el misterio del componente en la sangre de Rodrick seguía sin resolverse. Ashtar, Elara, Kyran, Safiro, Lyra y Caelum, cada uno a su manera, habían intentado sin éxito descifrar la naturaleza de aquel elemento extraño. A pesar de numerosos experimentos con una variedad de sustancias, no conseguían arrojar luz sobre la solución que necesitaban con urgencia.

"Es desconcertante," admitió Elara, visiblemente agotada. Estaba sentada en su mesa de trabajo, apoyando su brazo mientras agitaba pensativamente un tubo de ensayo con la muestra.

"Ya no sé qué más probar," dijo Kyran, su voz teñida de frustración. "He probado con todas las plantas conocidas en la galaxia, y ninguna ha dado una respuesta útil."

"No podemos rendirnos todavía," insistió Elara, su voz firme a pesar del cansancio. "Tío Rodrick cuenta con nosotros."

"Lo sé, pero ¿qué más podemos hacer?" Kyran se mostraba cada vez más ansioso, golpeando la mesa de trabajo con sus puños, haciendo que retumbara. "Es frustrante, no sé con qué más experimentar."

"Lo sé," dijo Elara, su voz suave, mientras tomaba la cara de su hermano entre sus manos, buscando calmarlo. "Tranquilo, lo resolveremos, encontraremos la manera."

"¿Cuándo?" preguntó Kyran, las lágrimas asomando en sus ojos, reflejo del dolor compartido. "Sabes cómo nos afecta que nuestro tío esté en manos de ese hombre despiadado. La familia está destrozada por todo lo que está sucediendo, aunque no lo hablemos abiertamente. Cada uno de nosotros carga con ese dolor."

"Lo sé," respondió Elara, extendiendo sus brazos para abrazar a su hermano. "Necesitamos descansar un poco, recobrar fuerzas. Cuando regresemos, lo intentaremos de nuevo con una mente más clara."

"Bueno," asintió Kyran, devolviendo el abrazo mientras Elara le secaba las lágrimas con un gesto tierno y fraternal. Juntos, encontraron consuelo en el silencio compartido, preparándose para enfrentar los desafíos futuros con renovado vigor.

En el misterioso y alienígena planeta de Omicronia, Ashtar, junto con Safiro y Caelum, exploraban una aldea agrícola donde había ocurrido una tragedia incomprensible. Equipados con sus Respiradores Atmosféricos Omicrónicos (RAO), diseñados meticulosamente para protegerlos de los metales pesados y las partículas tóxicas presentes en la atmósfera rica en hierro y neutralizar los efectos corrosivos de las lluvias ácidas, se adentraban en el escenario del desastre.

La humedad del aire se mezclaba con el penetrante aroma a óxido, y mientras caminaban entre las chozas, el sombrío panorama se desvelaba ante ellos. Ashtar y su equipo de imperiales, con rostros sombríos, trabajaban meticulosamente para retirar los cuerpos descompuestos de los habitantes, una vista macabra que sugería que la muerte había llegado al poblado hace semanas.

"Cómo es posible que algunos hayan muerto hace varias semanas sin que nadie lo notara y los dejara aquí para pudrirse?" cuestionó Caelum con incredulidad, al salir de una de las chozas después de un exhaustivo examen.

"Es extraño," asintió Ashtar, su voz cargada de preocupación. "Esta población no es numerosa, y son conocidos por su arduo trabajo de sol a sol como granjeros. No es común que un evento como este pase desapercibido."

"Habrá que examinar los cadáveres minuciosamente," propuso Safiro, con una expresión seria. "Es concebible que cinco personas puedan morir bajo circunstancias extrañas, pero que un poblado entero perezca, eso ya es alarmante."

"Lo más raro," añadió Caelum, observando el entorno y las criaturas que todavía vagaban libremente, "es que no afectó a los animales, solo a los habitantes humanos."

El equipo se preparó para una investigación más profunda, con la intención de desentrañar el enigma. Muestras de tejidos, agua y aire se recolectaron meticulosamente para ser analizadas, esperando descubrir alguna pista que pudiera explicar la desoladora escena. Con cada paso, la urgencia de entender qué había diezmado a un pueblo entero se volvía más imperativa, un puzzle que Omicronia les exigía resolver.

FRONTERAS DEL INFINITO: La Ultima Batalla de Aetheris - Libro 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora