Historias #22

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Querido hilo rojo:

Empecé a escribirte desde hace mucho, y no lo sabía. Te mencioné en varios cortos sin pensar, que serias parte de mi historia por un breve momento.

Cree mi propio universo, y te incluí en él. Y también di fin al mismo. Una línea recta sin tanto ajetreo. Pertenecias a mi universo por breves momentos. El café de tus ojos lo miraba donde quiera que escribía; en un árbol, en un carro, en un anuncio, en un libro, en el mismo café de cada mañana.

Tu inicial siempre me ha gustado, mucho antes de saber de ti. La garabate, en tantos cuadernos y trozos de papel; sin saber que te estaba llamando. Ahora la tengo inmortalizada en mi piel. No me arrepiento.
¿Porqué lo haría?

Eres esa preciosa conexión que desearía tener toda la vida. Eres ese murmullo en el bosque, esa estrella del firmamento que te lleva a casa, que me lleva a casa. Eres mi casa, mi hogar,  mi lugar seguro. El ser a quien más he amado, y amaré.

Que curioso es la existencia, y el tramo de recorrido que tienes en ella. Esta tan perfectamente escrito que nada es casualidad, podría decir que destino, si eso es lo más cercano a lo que me sucede contigo.

Te prometo en la próxima vida, llegar a tiempo. En esta me toco pagar karmas atrasados o situaciones anteriores. No me arrepiento por que te tuve por un momento. Aunque fue breve para mí. 

Deseo tenerte más tiempo, pero seria pedir demasiado.

Tengo esa pequeña llama encendida en lo profundo de mi corazón,  que nuestra historia aún no termina, sólo pusimos pausa. O punto y coma. En lo más profundo de mi ser, sé que te volveré a tener.

No mentí cuando respondí tu confesión, y al mismo tiempo me condene a una fase donde quien saldría lastimado, seria yo. Y acepte las consecuencias,  pero mi vida; como me duele.

Duele no tenerte. Duele no poder llamarle, no poder besarle, ni abrazarle, ni amarle. Duele amar de este modo; en total silencio.

Por que así lo quise,  por su bien, por que mi prioridad siempre ha sido que este bien.

Te encuentro en la Luna, mi fiel amiga de noches oscuras.
En el café,  mi compañero de toda mañana.
En los ojos de los lomitos, los fieles compañeros de caminos.
En los atardeceres, los fieles amantes de la nostalgia.
En esos "Te quiero" dichos al viento, el fiel cartero que sé,  te los ha de llevar.

Me despido por lo pronto, por qué sé te volveré encontrar entre mis pensamientos y de ellos nazca otro texto.
Texto que será sin duda, tan sentimental como este.

Donde sea que estés, buenas noches, Tony.

Con amor, Loki.

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⏰ Última actualización: Jun 01 ⏰

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