6.Ukiyo.

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"Vivir el momento, disfrutar el presente dejando a un lado las preocupaciones de la vida"

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MINHO.

¿No podemos estar juntos?

Jisung, el mismo muchacho pequeño que amaba contar estrellas y que sus ojos se iluminaban cada vez que observaba el cielo oscuro, ese mismo me había dicho hace dos semanas que no podíamos estar juntos. ¿Su razón? sería complicado tener una relación normal. En ese momento no había entendido a qué se refería con "normal".

Así que planeé invitarlo a una cita, yo tampoco había tenido una vida "normal" siempre me enfoqué en una sola cosa.

Jisung me estaba enseñando a vivir.

Esa noche me aparecí en su patio, lo encontré sobre la manta de luciérnagas con su cuaderno en el pecho, mantenía los ojos cerrados, su pecho subía y bajaba lentamente.

—¿cuántas estrellas hubo hoy?

—novecientas ochenta y dos

Sentí que cada día que pasaba mas y más estrellas se hacían presentes para contemplar nuestra historia.

Me recosté a su lado y entonces abrió sus ojos, me miro y sentí que mi alma se salió de mi cuerpo para ponerse al merced de Jisung. Mi Jisung.

Siempre sentí que podía ver estrellas en sus ojos, era increíble la forma en la que brillaban cuando me veía, quizá el había dicho que no podíamos estar juntos, pero sus ojos me gritaban lo contrario.

—quiero llevarte a un lugar—me permití tomarlo de la mano para levantarlo.

—Min...son las 3:00 de la mañana, deberías estar durmiendo. Como la gente normal.

me gusta no ser normal...creo que me gustaría ser una estrella. Solo eso.

—¿una estrella?—Recuerdo que Ji sonrió al escucharme decir eso.—¿crees que soy una estrella por salir solo de noche?

—sip. Somos solo estrellas.

Volví a acercar mi mano y Han la tomó. Suave, delicada, cálida. Espero jamás olvidar la sensación que me provocaba tomar sus manos.

Había comenzado a caminar en dirección al auto de mis padres, ya tenía el permiso de ellos para usarlo esa noche. Recuerdo que Ji estaba preocupado por que sus papás notaran su ausencia. Él tenía estrictamente prohibido salir de casa.

Comencé a manejar por la carretera durante unos 30 minutos mientras la música nos acompañaba. Al llegar, me estacione cerca del mar.

Al bajar del auto Han tomó mi mano y caminó hacia la playa con una hermosa sonrisa en su rostro dejando que el agua fría del mar nos empapara los pies.

—yo...jamás había venido al mar...

—me alegra ser el primero en traerte entonces.

Tome su mano y comencé a guiarlo adentrándonos más a la playa.

—está helada—Jisung sonreía a pesar del frío que sentíamos esa noche.

El mar nos llegaba a la cintura, vi sus brazos erizados del frío y entonces me acerqué más hasta poder rodearlo con mis brazos. No sabía quien le daba calor a quien.

Recuerdo sentir que Han abrazaba mi cintura con sus piernas, tenerlo así de cerca, así de feliz , era algo que hubiese deseado hacerlo para toda la vida.

Después de salir del mar, nos cambiamos con ropa que yo había llevado para ambos y nos dirigimos a un pequeño restaurante que abría las 24 horas del día, claramente no era lujoso, pero me agradaba estar con él en cualquier lugar.

Al terminar de comer fuimos a un parque que por obvias razones estaba completamente solo, jugamos, nos abrazamos y compartimos uno que otro beso, me sentía más vivo que cualquier otro día.

Conduje de regreso a su casa, la noche se nos fue en un abrir y cerrar de ojos. Estábamos frente a su puerta, compartiendo un beso antes de que Han entrara. De pronto las cosas sucedieron muy rápido, no notamos el momento en el que las estrellas nos dejaron para darle paso a los primeros rayos matutinos.

Nos estábamos besando frente al amanecer, por primera vez había visto el rostro de Han iluminado por el sol y no por las estrellas.

Así fue como comenzó nuestro principio del fin.

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El chico del anochecer | MinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora