Coriolanus Snow, siempre tan inteligente y el estudiante perfecto para los ojos de los demás, sin puntos débiles o errores para alimentar a sus enemigos... Sus movimientos eran su mejor secreto guardado, o eso pensaba.
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Arabella estaba en la entrada de la escuela con Nicholas, ambos esperaban a Ares y Ambrose, Arabella al menos para saludarlos, ambos estaban recargados contra su auto. Cuando los demás llegaron, Nicholas y Arabella tomaron sus mochilas, antes de siquiera poder despedirse el decano Casca Highbottom se acercó a los cuatro.
—Buenos días profesor —Ambrose saludo amablemente.
—¿Ocurre algo? —Nicholas lo miró fijamente.
—Debo revisar sus mochilas.
—Ve a clases anda, te veré después —dijo Nicholas pero Casca negó.
—Su hermana también se queda, deben enseñarme sus mochilas los cuatro... ¿Dónde está la señorita Carrington y la señorita Donnelly?
—¿Qué se supone qué es esto? No hemos hecho nada malo —Ares se quejo.
Marryn y Circe llegaron, Marryn se acercó a Nicholas con una expresión de confusión, Circe trato de seguir su camino pero Casca la detuvo como al resto.
—Recibí una queja anónima de que ustedes tienen sustancias ilegales y las traen a la escuela.
—¿Quién sería capaz de levantar ese falso? —Ambrose frunció el ceño—. Revise nuestras mochilas entonces.
—Oh y lo haré, una vez que lleguen sus padres, mientras tantos todos irán a mi salón de clases.
—¿Nos va a humillar frente a toda la clase por algo que no hicimos? —Circe se cruzó de brazos—. Quien nos haya acusado debe haberlo hecho por mera maldad, nosotros nunca hacemos cosas así, somos de las mejores familias, nuestra educación nunca sería pesima para caer en eso.
Ares esbozó una ligera sonrisa, Ambrose le dió un codazo, Casca comenzó a caminar y todos tuvieron que ir tras de el; Arabella estaba tomada de la mano de Nicholas como cuando eran más pequeños. Al entrar al salón de clases todos los miraron, Arabella miro a Coriolanus, el estaba con Festus y Sejanus, el rubio y el pelirrojo tenían amplias sonrisas maliciosas... Arabella cerró sus ojos y se maldijo... Claro, Jawbreaker lo dijo una vez... Las drogas nunca son gratis.
Le importaba una mierda, no era tan estúpida para haber llevado coca al día siguiente de obtenerla a la escuela, menos cuando no tenía ni a Ruby para compartir ni a Jawbreaker para escuchar sus penas. Anatolia y Felix tuvieron que unirse al pequeño montón de implicados según Casca.
Coriolanus y Festus la miraban fijamente con una expresión burlona... Solo por eso ella se aplaudía así misma por haberse negado a tener sexo con Coriolanus a último minuto el día anterior por sus grandes nervios y miedo de esa experiencia.
