♡: [ 𝙋𝙝𝙮𝙨𝙞𝙘𝙖𝙡 𝘼𝙛𝙛𝙚𝙘𝙩𝙞𝙤𝙣 ] ➯ 𝘛𝘢𝘦𝘨𝘺𝘶 𖡄

04: Eras tú

El rubio estaba preparándose un sándwich para comer, era hora de la merienda. Sintió que alguien lo abrazó por detrás, así que volteó a ver, encontrándose con Beomgyu, que tenía la intención de decirle algo hasta que lo miró con su mirada asesina, así que se quitó del abrazo.

Se arrepintió de su mirada cuando se dio cuenta de quien era, así que sonrió y dejó un momento el pan para prestarle atención.

- Ah, eras tú - el mayor sonrió y empezó a jugar con las mangas de su sudadera - dime, ¿qué pasó?

- Que si me podías dar permiso para sacar de allí abajo una cuchara - señaló el cajón donde guardaban los cubiertos que justamente Kang tapaba con su cuerpo.

- Ah, claro - se movió para atrás dejando que el más bajo sacara su cubierto de ahí - ¿listo?

- Sí, gracias - el rubio negó con la cabeza y dirigió su mano a tomar del mentón el rostro del contrario, sacudiendo suavemente.

- No hay por qué agradecer - el mayor, sorprendido, asintió y salió de la escena para ir a la nevera.

Estaban viendo una película, una película de romance que estaba aburriendo mucho a Beomgyu, mientras que todos se sentían emocionados con los sucesos, el castaño se aburría cada vez más, la trama era lenta e irritante, así que de vez en cuando se le caía la cabeza.

Hasta que no aguantó más, y dejó caer su cabeza sin darse cuenta donde la estaba apoyando: el hombro de su compañero Taehyun.

Este se sorprendió, y cuando estaba a punto de sacudir su hombro, se dio cuenta de quien era el que se había recostado sobre él, así que en vez de molestarse, sonrió con ternura y cruzó sus brazos.

El castaño reaccionó, levantando su cabeza, asustado.

- Perdón, Tae, perdón - el rubio negó con su cabeza mientras mantenía una sonrisa.

- No te preocupes, no hay problema - el castaño asintió y le sonrió de vuelta.

Sin embargo, por respeto, decidió acostarse sobre el hombro de HueningKai, que estaba a su lado derecho. Sintió que este levantaba su brazo para que pudiera recostarse en su pecho, así que rió y cerró sus ojos mientras buscaba la mano libre del más alto.

El menor mordió su mejilla por dentro, sintiendo un calor y una ira extraña en su pecho, un nudo lastimero en su garganta que rara vez sentía, así que apretó sus puños. Él podía ser mejor almohada, él podía abrazarlo mejor.

Pero en estas dos ocasiones, la persona que lo había abrazado fue nada más y nada menos que Choi Beomgyu, por lo cual no le molestó para nada, hasta lo hizo sentir cálido, protegido, encontraba la calma en sus brazos.

Parecía que hasta podía dormir entre sus brazos y su sueño sería tan placentero y profundo que no querría despertar nunca.