♡: [ 𝙋𝙝𝙮𝙨𝙞𝙘𝙖𝙡 𝘼𝙛𝙛𝙚𝙘𝙩𝙞𝙤𝙣 ] ➯ 𝘛𝘢𝘦𝘨𝘺𝘶 𖡄

08: No estoy seguro

El menor llevaba pensando, pensaba y pensaba, las semanas pasaban y él aún no tenía una respuesta clara, era como si sus neuronas durmieran cada vez que él las necesitaba.

Y ahí estaba, acostado en la cama del castaño, solo admirando su lindo rostro que descansaba en su pecho, pues los dos estaban viendo una película en la computadora del más alto.

Era hermoso, precioso, guapo, angelical, simplemente perfecto, no había ninguna característica imperfecta en su cara, era increíble como alguien podía ser tan guapo incluso distraído.

— ¿Qué pasa? — preguntó el mayor, mientras levantaba su rostro, dándose cuenta que cuando lo hizo pegó sus narices — p-perdón.

— No, no pasa nada — los dos volvieron a acercarse inconscientemente, pegando sus narices mientras buscaban el contacto entre sus manos.

La tensión se sentía en el aire, sus respiraciones se combinaban y sus rostros estaban muy cerca. El rubio terminó con ese acercamiento, juntando sus labios en un beso muy lento y dulce.

Al principio el más bajo no correspondió, pues estaba muy sorprendido, pero después empezó a mover sus labios mientras entrelazaba su mano con la contraria. Cuando Choi quiso separarse para tomar aire, el menor lo tomó por la cintura y se lo impidió, solo dejándolo respirar por un segundo.

Soltó un quejido y se alejó como pudo del desesperado rubio — hey, cálmate. Déjame respirar — el más alto suspiró, cerró la computadora y la dejó en la mesa de noche — ahora sí, ven aquí.

El más bajo volvió a juntar sus labios con los contrarios, esta vez siendo muy necesitado y desesperado. El mayor subió al regazo del contrario, rodeándole el cuello mientras sentía sus fuertes brazos en su cintura.

Cuando se separaron, juntaron sus frentes mientras respiraban. Beomgyu soltó una pequeña risa cuando sintió las manos del más alto acariciarle la espalda con suavidad.

— ¿Qué fue eso, Taehyunnie? — le inquirió en un tono coqueto.

— Tus labios son hermosos — le comentó, haciendo que el más bajo sonriera — mmh... Hyung, ¿puedo decirte algo?

— Claro, dímelo — el menor suspiró y acercó más al contrario.

— Es que... Últimamente siento muchas cosas por ti, no entiendo qué me pasa — bajó sus manos a los muslos del mayor — pero me estás volviendo loco, en serio loco... Por favor, concédeme una oportunidad de hacerte feliz, solo una.

— Emmm... — lo pensó un segundo, para él era claro desde el debut que lo que sentía por el menor no era solo una amistad, pero sentía algo en su pecho que le decía que no por el momento — no estoy seguro... ¿Crees qué me puedas dar un tiempo para pensarlo?

La piel del más alto se erizó, ahora tenía miedo, miedo a no ser correspondido y quedar como un payaso.

— S-sí, claro, lo que necesites — el castaño asintió con una sonrisa y volvió a juntar sus labios con los opuestos.

Se empezó a mover sobre el contrario, su cuerpo en serio necesitaba algo más, su mente clamaba por algo más. El rubio sonrió entre el beso y empezó a empujar hacia adentro las caderas contrarias, profundizando sus movimientos.

— Chicos, me olvidé de decir- — Yeonjun, quien entró al cuarto (para su mala suerte, entró sin tocar en el momento equivocado) se quedó paralizado al ver la escena, asustando a los jóvenes y haciendo que el mayor bajara del regazo contrario — ay, perdón, perdón, ¿les cierro la puerta?

El menor asintió, recibiendo un golpe en el hombro de parte del castaño. El pelirosa rió, avergonzado, y cerró la puerta. Escucharon unas llaves cerrando la manija, qué bueno que las llaves de los cuartos estaban guardadas todas en un solo cajón.

— Bueno, ¿seguimos? — preguntó el más alto, mientras se recostaba sobre el contrario, agarrando su muñeca para acorralarlo contra la cama.

— Por favor~.