Mision 1

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(INTRO)

(Hasta intro le hice 7w7)
En Limbo City, un viejo local que aparentemente estaba por caerse gracias a la humedad y el poco mantenimiento que ha recibido a lo largo de loa años. Era decorado por un par de sillones con hoyos que dejaban salir el relleno de su interior en una esquina, una mesa de billar con las bolas del juego esparcidas por la mesa y dos tacos con los que se jugaba en las orillas de la mesa. En la esquina opuesta del local había una rocola bastante vieja junto a una batería, un bajo y una guitarra. Al fondo y en el centro había una mesa y una silla tirada y detrás una puerta donde saldría un joven cabello platinado vestido por unas botas de combate y unos jeans de cor tostado y sin alguna prenda superior, salía de una habitación al lobby del lugar, su cabello era sacudido por sus manos tratando de quitar el agua que lo empapaba.

-Uggh-.
Suspiro el chico para luego patear la silla que estaba tirada, haciendo que de múltiples giros en el aire para caer parada para que luego el joven se sentará en la silla sin más, recargando sus piernas en la mesa que acompañaba la silla. Una mesa con signos de que su madera se estaba pudriendo por la humedad y ciertas partes reacrebajados, En ella había un teléfono fijo algo antiguo para la época y en el otro extremo una caja de pizza con signos que ya llevaba algunos días ahí y lo que mas resaltaba, era una foto enmarcada de una bella mujer rubia, era lo unico que se veia cuidado en el lugar.

El joven que aparentaba unos 18 años de edad tomaría una rebanada y la llevaría a su boca, haciendo una mueca de disgusto pero de todos modos comiendo el pedazo.

De pronto, el teléfono empezaría a sonar retumbando el sonido por todo el lugar. El joven levantaría su pierna para dar un golpe con esta en la mesa para que el teléfono, desafinado las leyes de la física probablemente, saldira volando por los aires y caería justo en la mano del chico cabello plateado, Poniendo el teléfono en su oreja esperando que hablase quien lo llamo.

-Hola ¿Es usted el de la compañía de seguros?-.

-¿Esto es una broma? ¡Claro que no!-.
Colgaria azotando el teléfono contra la base con enojó.

-¡Mierda! Ya es la tercera vez en el día que me llaman por eso...¿Que sigue? ¿Que me llamen funeriarias?-.
Diria con enojo para luego darle una mordida a su racia porción de pizza.

Pasado un rato, el chico peliplateado se quedaría dormido en la silla, balbuceando algunas palabras inentendibles.

Fuera del local un hombre de mediana edad tocaría la puerta y esperaría alguna respuesta por un corto tiempo, al no recibir ninguna señal de vida volvería a tocar con un poco más de fuerza, pero no habría respuesta alguna nuevamente, por lo que volvería a tocar más rápido y con más fuerza demostrando desesperación.
El joven habría logrado escuchar los toques en la puerta del local, pero fingiria que no habría nadie para que dicha persona se largase, no estaba de humor como para lidiar con alguien en ese momento. Pero al notar la insistencia del tipo se le notaria más irritado.

-¡Esta cerrado! ¡Y si te debo dinero, lo siento, No tengo! ¡Así que lárgate!-.
Grito el muchacho sin moverse de su lugar esperando que aquel sujeto entendiera y  se largará.

El grito del joven no surtirá efecto deseado ya que aquel sujeto entraría al lugar abriendo la puerta energeticamente y con una gran sonrisa en el rostro como si se hubiera ganado la loteria, haciendo que el joven suspirará con pesadez al ver a la persona.

-¡Dante! ¡Te tengo un trabajo!-.
Grito con emoción aquel sujeto regordete y de rasgos europeos.

-Enzo... déjame te advierto que si es otro de tus trabajos de porquería en los que nos pagan las misma cantidad de vegetales que comes, te juro que te hago un nuevo ombligo-.
Hablo el ahora llamado Dante con un notable irritación y enojo en su rostro.

Devil May Cry: DxDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora