El sol brillaba en el cielo despejado mientras el grupo de amigas se preparaba para su esperado viaje a la isla. Chaeyoung y Mina, intercambiaban risas y miradas cómplices mientras empacaban sus cosas para la aventura que les esperaba.
El ambiente estaba lleno de emoción y anticipación mientras las chicas terminaban de cargar sus maletas en el automóvil y se preparaban para partir. Se escuchaban risas y bromas mientras intercambiaban historias y planes para el viaje.
Finalmente, con el automóvil cargado y las chicas listas para partir, el grupo emprendió el camino hacia la costa, donde un ferry las llevaría a la hermosa isla donde se encontraba la mansión donde pasarían sus vacaciones.
El viaje en automóvil fue animado y lleno de entusiasmo, con las chicas cantando canciones y compartiendo anécdotas mientras se acercaban cada vez más a su destino. La emoción era palpable en el aire, y todas esperaban con ansias las aventuras que les esperaban en la isla.
La noche en la isla tomó un giro travieso cuando todas decidieron jugar a verdad o reto, añadiendo un toque de alcohol para animar aún más las cosas. Las risas y los chistes llenaron la habitación mientras las chicas se turnaban para elegir entre verdad o reto, sabiendo que cualquier elección traería consigo una dosis de diversión y tal vez un poco de vergüenza.
Con cada ronda, los retos se volvían más subidos de tono, desafiando los límites de la inhibición de cada una. Algunas parejas fueron desafiadas a pasar cinco minutos solas en una habitación, mientras que otras tenían que hacer preguntas incómodas y personales sobre sus experiencias intimas.
Mina se sonrojó intensamente cuando una de las chicas mencionó el incidente de los chupetones y el dolor en sus piernas, preguntando con picardía qué tanto había hecho Chaeyoung esa noche que ya había pasado hace meses, mientras aun se encontraban en la universidad. Chaeyoung respondió con una sonrisa traviesa, manteniendo el misterio pero dejando en claro que había sido una noche para recordar.
Con el alcohol fluyendo y las risas aumentando, la atmósfera se volvió cada vez más cargada de energia sensual. En un momento, Chaeyoung se encontró sentada con Mina en sus piernas, rodeándola con sus brazos de manera protectora.
Mientras las otras chicas continuaban con el juego, Chaeyoung aprovechó el momento para deslizar discretamente sus manos por el cuerpo de Mina, dejando suaves besos en su cuello y susurrándole palabras de deseo y promesas de placer. Mina, sorprendida pero excitada, se dejó llevar por las caricias de Chaeyoung, sintiendo como su cuerpo respondía con ansias a su toque.
Después de que sus amigas se retiraron de la habitación, Mina y Chaeyoung se encontraron solas en un silencio cargado de anticipación. Chaeyoung tomó la mano de Mina y la condujo hacia el interior de la casa, donde encontraron un rincón apartado iluminado por una lámpara de mesa. Se desnudaron lentamente, revelando la belleza pura de sus cuerpos entrelazados.
Mina se acurrucó más cerca de
Chaeyoung, buscando la seguridad de sus brazos mientras sus corazones latían al unísono. Aunque confiaba en Chaeyoung, sentía un nerviosismo inexplicable.Con determinación, Chaeyoung tomó un vibrador y comenzó a acariciar suavemente el cuerpo de Mina, enviando ondas de placer a través de cada fibra de su ser. Mina se estremeció ante la sensación abrumadora, pero pronto el placer se convirtió en dolor a medida que Chaeyoung aumentaba la intensidad sin darse cuenta.
Mina intentó contener sus gemidos
—¡Chae, duele!, para, por favor...— decía la rubia en pequeños murmullos, pero las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos mientras luchaba por soportar la sensación abrumadora. Chaeyoung, absorta en su propio placer, no notó el sufrimiento de Mina.