CAPÍTULO 16. VENGANZA.

526 64 7
                                    

Bueno, Irin tenía razón., lo había conseguido... Freen se fue de mi vida, no quiero decir que para siempre, porque por experiencia sabía que para siempre era una palabra muy engañosa.

En lo que no tenía razón era el pensar que yo sería remotamente feliz sin Freen., nunca sería feliz sin ella... nunca.

Marqué su número por décima quinta vez con un nudo en la garganta, esta vez ella tomó la llamada., escuché el inconfundible sonido de su respiración a través del celular y mi corazón latía incontrolable. ¿Qué le diría? ¿Qué podría decirle después de rechazarla una y otra vez? Me lo tendría merecido si ella me mandaba a freír espárragos.

—¿Qué quieres? —fue la respuesta que conseguí... la que merecía— ¿cómo te atreves a llamar?

—Freen...

— ¿No te ha dicho nada el hecho de que no te haya contestado las llamadas? —gritó.

—Freen...

— ¡Déjame en paz! —fue lo último que dijo antes de escuchar el sonido que me indicaba que ella había colgado.

Fui a buscarla a su casa, pero Nueng no me dejó pasar... me estaba haciendo pagar todas y cada una de mis negativas.

Solo quería decirle que podía volver a la escuela, que no tenía que hacer lo que fuera que estaba haciendo por mi culpa. Era una locura, todo se había puesto tan confuso.

—No quiere verte, Rebecca —me dijo su hermana.

—Déjame pasar a verla —le pedí en forma lastimera— por favor.

—Rebecca— dijo Nueng con infinita paciencia — podría engañarte diciéndote que no está... pero quiero ser sincera contigo., mi hermana ya no quiere verte...

—Nueng...

—está hecha un desastre y yo soy la única que ha podido acercarse a ella de toda la familia... si te dejo pasar ahora, podrías arruinar eso también...

—Lo siento tanto Nueng... pero...

—Dale tiempo— interrumpió — sé que ella te acorraló de la misma forma que lo estás haciendo tu ahora., dale tiempo.

— ¡Quiero verla! —imploré— ¡por favor déjame pasar... quiero verla!

—Y yo quiero el iPhone más reciente, pero no todo se puede en esta vida —dijo Nueng irónicamente— ¡dale tiempo!

—¿Tiempo para qué?

—Tiempo para que te supere; o quizá se olvide de ti —dijo Nueng contundente, clavando una daga en mi pecho.

— ¡Ella no puede olvidarse de mí! —le dije ansiosa mientras trataba de derribar a Nueng que se había plantado con firmeza en la puerta— ¡no puede olvidarse de mí! ¡Freen!

—Ya casi no te menciona —me dijo, inflexible— está a punto de lograrlo... ¡déjala continuar con su vida!

—Estás siendo cruel —protesté— estás siendo muy cruel.

—Tú no has sido una hermana de la caridad precisamente... y mi lealtad siempre estará con mi hermana.

—Nueng...

—Ella lo intentará de nuevo con Keko... solo por decirte algo —dijo sin que yo le preguntara— adiós, Rebecca— y concluyó cerrando la puerta en mis narices., sin darme tiempo de reaccionar.

...

¿Volvería con Keko? ¿Freen volvería con Keko? ¿Cuándo terminó con él? No sabía que había terminado con Keko. Por lo visto me había perdido de mucho desde que dejé de verla. Tenía la ligera sospecha de que era una mentira de Nueng, pero no podía comprobarlo porque ella seguía sin atender las llamadas, así que a falta de una respuesta suya, decidí dejar un mensaje de voz.

Freen —balbucí titubeante en el buzón de voz— como es obvio que ya no vas a responder... que ya decidiste terminar con nuestra casi amistad. Me despido de ti. Prometo que esta es la última vez que te molesto. Lamento no haber escuchado lo que tenías que decirme cuando era el momento. Lamento haberte tratado de esa manera. Merezco que me pagues con la misma moneda... de ninguna manera lamento el haberte conocido.... Si me dieran a elegir., me quedaba con la primera vez que te sentaste a mi lado en la hamaca de Shirley Corkel—dije... y colgué, pero sentía que no lo había dicho todo y volví a marcar...de nuevo no contestó. Le dejé otro mensaje de voz.

Si pudiera cambiar algo de todo lo que hemos vivido., cambiaría los últimos tormentosos meses que he pasado desde que Keko Rawing se metió en nuestras vidas.... deseo de todo corazón que seas muy feliz.

Y luego un último mensaje:

Por cierto... me hubiera encantado que conocieras a Heng, tu opinión me serviría de mucho... Yo voy a intentar algo con él... no lo conoces., es un buen chico, y Miranda lo adora. Adiós Bunny.

¡Maldición!... «¿por qué tuve que decir loúltimo?» Heng ni siquiera me gustaba «¿porqué lo mencioné?» pensé abochornada. ¿Quería darle celos? ¡Claro que queríadarle celos

MI PEQUEÑO CRUSH (freenbecky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora