CAPÍTULO 17. FINAL

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 (NARRADOR EXTERNO)

"Está sola en casa".

Ese era el WhatsApp que Freen leyó en la pantalla de su celular apenas despertó de una siesta no planeada; mientras estudiaba inútilmente. Miró la hora del mensaje de Irin y apenas había sido enviado hacia 3 minutos.

Se vistió apresuradamente y salió de casa cuidándose de no ser vista por algún miembro de su familia, no tenía tiempo de dar explicaciones.

Apenas llegó a la casa de los Armstrong, se paró frente a la puerta sin hacer ruido y esperó a que ésta le fuera abierta.

— ¿Dónde está? —Fue lo primero que preguntó en cuanto Irin le abrió la puerta.

—Hola a ti también— dijo el primo de Rebecca en tono de broma. Por supuesto que el chiste no le causó ninguna gracia a ninguna de las tensas mujeres que estaban frente a él.

—En su recámara— le dijo la chica— te llevo.

— ¿Qué hace ella aquí? —dijo Rulo — se supone que ya no se llevan.

—conozco el camino —respondió Freen con poca amabilidad.

—Espera— susurró Rulo— no quiero escándalos., si mi prima se enoja...

— ¿pueden dejarme a solas con ella? —pidió Freen sin tomar en cuenta su comentario.

—No quiero que nuestro nombre salga a relucir— dijo Irin— solo eso te pido.

—Ya se me ocurrirá algo — dijo la de ojos de ensueño— ahora váyanse.

—Donde le toques un pelo a mi prima —amenazó Rulo— no te la vas a acabar.

Pero Freen ya estaba golpeando la puerta de la recámara de Rebecca.

...

En cuanto Rebecca abrió la puerta... Freen entró hecha una furia.

— ¿Así que eso es todo? —masculló Freen con rabia— ¿que seas muy feliz Bunny?

— ¿No es lo que querías? —preguntó Rebecca nerviosa y excitada por verla de nuevo— ¡tú querías que esto terminara...! ¿No es eso lo que pensabas decirme la última vez que nos vimos?

— ¡No me eches la culpa a mí de tus estupideces, Rebecca! —gritó Freen— ¡yo nunca me he escondido de ti porque tenía cosas que hacer!

—Yo no me escondí de ti —respondió Rebecca

—¡Preparaste tu fiesta de quince años! ¡Sin siquiera preguntar si quería ser tu dama de honor! ¡Se supone que me correspondía por el hecho de ser tu amiga más cercana!

—¡Las quinceañeras no tienen dama de honor!

—¡Me importa un carajo! Yo debía estar allí contigo, no Irin.

—¿Querías ser mi dama de honor? —preguntó Rebecca sarcástica— pensé que esas cosas no iban contigo.

— ¡Ese no es el punto! —gritó Freen.

—¿Entonces cuál es? —preguntó Rebecca a punto de quebrarse— ¿Qué es lo que quieres?

—¡Quiero que dejes de jugar conmigo! —arremetió Freen— ¡que dejes de atormentarme con tus niñerías!

—Es lo que estoy haciendo —dijo Rebecca con voz cansada— por eso me despedí de ti.

—¿Por teléfono? —preguntó Freen rabiosa— ¡esas cosas no se dicen por teléfono!

—¡Fui a tu casa! —gritó Rebecca también— ¡y no quisiste recibirme!

—Claro... y a la primera de cambio... te rindes... ¡yo estuve llamando a tu puerta todos los malditos días! —masculló entre dientes— ¿Y tú te rindes al primer rechazo?

MI PEQUEÑO CRUSH (freenbecky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora