Chapter 20

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Memoria





Las siguientes semanas fueron difíciles, pero los chicos se mantuvieron firmes en su compromiso con Jisoo. Cada día traía nuevos desafíos y momentos de incertidumbre, pero también pequeños avances que mantenían viva la esperanza.

Sungho pasaba mucho tiempo con Jisoo, hablándole de los días que pasaron juntos y de las cosas que hacían como grupo. Le contaba historias divertidas y anécdotas que habían compartido, esperando que algo despertara en su memoria.

¿Recuerdas cuando fuimos al parque de diversiones y tú insististe en subirnos a la montaña rusa más alta? —le preguntó Sungho un día, sonriendo ante el recuerdo—. Estabas tan emocionada, y al final, fuiste la que más gritó durante todo el recorrido.

Jisoo sonrió, aunque la memoria no regresaba del todo, se sentía reconfortada por la presencia de sus amigos y las historias que compartían.

Riwoo, por su parte, se aseguraba de que Jisoo no se sintiera sola ni un solo momento. Le leía libros, la ayudaba con su rehabilitación física, y siempre estaba listo para levantarle el ánimo con su humor contagioso.

Te prometo que, aunque no recuerdes todo ahora, vamos a crear nuevos recuerdos igual de increíbles —le decía Riwoo, manteniendo siempre una actitud positiva.

Jaehyun pasaba horas tocando la guitarra para ella, con la esperanza de que las melodías familiares pudieran ayudar a traer de vuelta algún recuerdo perdido. Una tarde, mientras tocaba una de sus canciones favoritas, Jisoo tarareó junto con él, lo que hizo que Jaehyun sonriera ampliamente.

Tal vez no lo recuerdes todo, pero tu corazón todavía reconoce la música —le dijo Jaehyun con ternura.

Taesan, aunque más reservado, estaba siempre presente, asegurándose de que Jisoo tuviera todo lo que necesitaba. Leehan continuaba componiendo música, inspirado por la fuerza y la determinación de Jisoo, y Woonhak, siempre el más emocional, seguía contando historias y haciendo todo lo posible para que Jisoo se sintiera querida y apoyada.

A medida que pasaban las semanas, aunque la memoria de Jisoo no regresaba del todo, su conexión con los chicos se fortalecía. Empezaba a sentirse más como parte de la familia que la rodeaba, y aunque los recuerdos eran fragmentados, la sensación de pertenencia y amor crecía con cada día que pasaba.

Una tarde, Leehan tocó la puerta de la habitación de Jisoo esperando a que estuviera despierta.

¿Leehan? —preguntó somnolienta cuando abrió la puerta—. ¿Qué haces aquí tan tarde?

Vengo a darte tu rosa —exclamó entendiendo una flor tan roja como la sangre.

Desde que Jisoo salió del hospital, Leehan se dedicó a regalarle flores rojas todos los días con un solo objetivo.

Hacer que Jisoo lo recuerde a su manera. ¿Y qué mejor que regalarle flores y conquistándola como lo venía haciendo desde antes?

Jisoo tomó la rosa con una sonrisa, aunque aún se sentía un poco confundida por el gesto constante de Leehan.

† 𝚂𝚒 𝚎𝚜𝚝𝚞𝚟𝚒𝚎𝚛𝚊𝚜 𝚎𝚗 𝙱𝙾𝚈𝙽𝙴𝚇𝚃𝙳𝙾𝙾𝚁 † (HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora