Chapter 37

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Quemaduras





Como todas las mañanas, Sungho y Jisoo se levantaron temprano para preparar el desayuno para todos. Aún con los primeros rayos de sol apenas filtrándose a través de las cortinas, la casa estaba en silencio, salvo por los suaves sonidos de la cocina poniéndose en marcha.

Sungho, con el cabello un poco desordenado por haberse despertado hace poco, se estiró y miró a Jisoo, quien ya estaba organizando los ingredientes sobre la encimera.

Buenos días, Ji—saludó Sungho con una sonrisa mientras se acercaba—. ¿Qué tenemos en el menú hoy?

Jisoo, que siempre parecía estar llena de energía a pesar de la hora, le devolvió la sonrisa.

Buenos días, Sungho. Estaba pensando en hacer tortitas con frutas y algo de tocino, ¿qué te parece?

Sungho asintió, entusiasmado por la idea. Era una rutina que ambos habían desarrollado con el tiempo, y aunque a veces era agotador levantarse tan temprano, disfrutaban de esos momentos juntos.

Suena genial —respondió Sungho mientras comenzaba a preparar la masa para las tortitas—. ¿Pusiste algo al horno? 

Yap —respondió con una sonrisa—. Recordé que Woonhak me pidió que le hiciera algún postre con chocolate, así que estoy haciendo brownies y ya sabes como soy, no puedo decirle que no.

Sungho soltó una risa suave, conociendo bien la debilidad de Jisoo por complacer a los demás, especialmente al más pequeño del grupo.

Woonhak tiene suerte de tenerte a ti para cumplirle esos antojos —comentó Sungho—. Ese chico y su amor por el chocolate... Aunque debo admitir que también me alegra, porque seguramente podremos probarlo nosotros también.

Eso si no se lo come todo él primero —bromeó Jisoo mientras revisaba el horno rápidamente, asegurándose de que el pastel se estuviera horneando perfectamente—. Pero tranquilo, hice suficiente para compartir.

El aroma del pastel de chocolate comenzó a mezclarse con el del tocino crujiente y las tortitas, creando una atmósfera cálida y acogedora en la cocina. Sungho y Jisoo trabajaban en perfecta armonía, como siempre lo hacían, moviéndose con facilidad entre los diferentes platos y asegurándose de que todo estuviera listo para cuando el resto se despertara.

Ya quiero ver la cara de Woonhak cuando lo que le preparaste —dijo Sungho, sirviendo las tortitas recién hechas en un plato.

Se pondrá como un niño pequeño en Navidad —respondió Jisoo, riendo—. Iré un momento al baño, no tardo.

¡Claro, ve tranquila! —respondió Sungho con una sonrisa mientras colocaba las tortitas en un plato.

Jisoo dejó la espátula sobre la encimera y salió de la cocina, dirigiéndose al baño. Mientras se alejaba, Sungho siguió cocinando, disfrutando del momento de tranquilidad en la mañana. El sonido de las tortitas chisporroteando en la sartén, combinado con el suave burbujeo del café, llenaba el aire de una serenidad agradable.

† 𝚂𝚒 𝚎𝚜𝚝𝚞𝚟𝚒𝚎𝚛𝚊𝚜 𝚎𝚗 𝙱𝙾𝚈𝙽𝙴𝚇𝚃𝙳𝙾𝙾𝚁 † (HIATUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora