† 𝚂𝚒 𝚎𝚜𝚝𝚞𝚟𝚒𝚎𝚛𝚊𝚜 𝚎𝚗 𝙱𝙾𝚈𝙽𝙴𝚇𝚃𝙳𝙾𝙾𝚁 † (HIATUS)

Chapter 40

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Se terminó

La sala estaba oscura, con la única luz proveniente de la pantalla del televisor donde se proyectaba la película. Leehan estaba recostado en el sofá, con un brazo apoyado en el respaldo mientras sus ojos seguían atentamente la trama. Jisoo, por otro lado, estaba sentada a su lado, pero con su atención completamente capturada por su teléfono. Cada tanto, soltaba una risita baja, sus dedos deslizándose rápidamente sobre la pantalla mientras respondía a mensajes.

Leehan intentó ignorarlo al principio, diciéndose a sí mismo que Jisoo simplemente estaba distraída. Sin embargo, a medida que pasaban los minutos y las risas continuaban, empezó a sentirse incómodo. Trató de concentrarse en la película, pero no pudo evitar lanzar miradas furtivas hacia el celular de Jisoo, intentando ver qué era lo que tanto le divertía.

Finalmente, no pudo contenerse más. Con un suspiro, se giró hacia ella.

— ¿Te importaría prestar atención a la película? —preguntó, intentando mantener un tono ligero, pero había un toque de molestia en su voz que Jisoo notó de inmediato.

Jisoo levantó la vista del teléfono, todavía sonriendo por algo que acababa de leer.

— Lo siento, es que estoy hablando con un amigo de la secundaria —respondió, volviendo a mirar la pantalla del celular.

Leehan frunció el ceño, sintiendo una punzada de celos. Sabía que era irracional, pero no podía evitarlo. El hecho de que Jisoo estuviera más interesada en conversar con alguien más, en lugar de disfrutar del tiempo a solas con él, lo incomodaba.

— ¿De verdad necesitas hablar con él justo ahora? —dijo, su tono más cortante de lo que pretendía.

Jisoo lo miró, sorprendida por su reacción.

— ¿Qué te pasa, Leehan? —preguntó, dejando el teléfono a un lado por primera vez—. Solo estoy hablando con un amigo. Nada más.

— Es que parece que últimamente pasas más tiempo riéndote con él que conmigo —replicó él, cruzando los brazos sobre el pecho—. No puedo evitar sentir que ya no te importa pasar tiempo juntos como antes.

Jisoo parpadeó, claramente desconcertada por el giro que estaba tomando la conversación.

— ¿Estás bromeando? —dijo, su tono empezando a reflejar su propia irritación—. Paso todos los días contigo, Leehan. ¿Cómo puedes decir que no me importa? Solo porque estoy mandando un par de mensajes...

— No es solo eso, Jisoo —Leehan la interrumpió, su voz elevándose ligeramente—. Es la manera en que te ríes, cómo pareces más feliz cuando hablas con ellos que cuando estás conmigo. ¡Y ya estoy harto de sentirme como si fuera una segunda opción!

Jisoo lo miró fijamente, sin poder creer lo que estaba escuchando. Sentía cómo la frustración comenzaba a burbujear dentro de ella, mezclada con una profunda decepción.

— ¿Pero que tonterías hablar? —cuestionó molesta Jisoo—. ¡Siempre has sido mi primera opción! 

Leehan apretó los puños, sintiendo cómo su frustración aumentaba ante las palabras de Jisoo. Sabía que estaba siendo irracional, pero sus emociones estaban descontroladas, impulsadas por la inseguridad que había intentado reprimir durante tanto tiempo.