† 𝚂𝚒 𝚎𝚜𝚝𝚞𝚟𝚒𝚎𝚛𝚊𝚜 𝚎𝚗 𝙱𝙾𝚈𝙽𝙴𝚇𝚃𝙳𝙾𝙾𝚁 † (HIATUS)

Chapter 19

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¿Amnesia?

Luego de la última visita de Riwoo, los chicos continuaron visitando a Jisoo, hablándole, contándole historias, y manteniendo la esperanza viva. La conexión entre ellos se hizo más fuerte, unidos por el amor y la preocupación por su amiga.

Era un día como cualquier otro y era el turno de Sungho de visitar a Jisoo. Cuando llegó saludó a su mejor amiga y se sentó a su lado, comenzando a contarle su día.

Mientras él hablaba miraba hacia el cielo, otra vez nublado, contando lo que estuvieron haciendo estos días.

— Woonhak ha comenzado a jugar a Battlefield —dijo Sungho—. Es muy gracioso ver como se frustra cuando pierden un territorio que ya conquistaron, pero su frustración aumenta cuando quiere manejar el tanque de guerra. 

Sungho se rió mientras recordaba las reacciones de Woonhak frente al juego.

— Me hace pensar en ti, Soo. Siempre te gustaron los desafíos, y sé que te habrías unido a Woonhak para una batalla épica —continuó Sungho—. Esos momentos pequeños, incluso cuando no estabas físicamente con nosotros, siempre te sentimos presente de alguna manera.

Sungho suspiró, apretando suavemente la mano de Jisoo.

— Leehan ha estado componiendo una nueva canción. Dice que está inspirada en ti, en tu fuerza y tu espíritu. Nos encantaría que la escucharas cuando te sientas mejor —dijo con una sonrisa—. Jaehyun ha estado practicando mucho con la guitarra, dice que quiere tocar una canción especial para ti cuando despiertes.

Sungho se detuvo un momento, dejando que el sonido de la lluvia que comenzaba a caer llenara la habitación.

— Y Taesan... he notado que él ha dejado de comer, le insistí muchas veces que debe de comer pero nunca me escucha, aún así él se mantiene serio y preocupado —dijo, su voz suave—. Todos estamos haciendo lo posible por mantenernos ocupados, pero no es lo mismo sin ti. Eres el corazón de este grupo, Soo.

De repente, sintió un leve movimiento en su mano, casi imperceptible. Sungho se detuvo, su corazón latiendo con fuerza mientras miraba a Jisoo con atención.

— Jisoo... ¿puedes oírme? —preguntó con voz temblorosa, esperando una señal. Rápidamente salió de la habitación llamando a una enfermera, quien vino corriendo junto al médico.

— ¿Qué pasó? —preguntó el hombre revisando los signos vitales de Jisoo.

— Apretó mi mano —informó Sungho—. Fue un movimiento suave pero sentí como movió su mano.

El médico asintió, revisando atentamente a Jisoo.

— Es una buena señal —dijo—. A veces, los pacientes empiezan a mostrar pequeños signos de recuperación antes de despertar por completo. Vamos a monitorearla de cerca.

Sungho sintió una oleada de alivio y esperanza. Apretó suavemente la mano de Jisoo una vez más, queriendo transmitirle toda la fuerza y amor que pudiera.

— Soo, todos estamos esperando por ti —susurró—. Sabemos que eres fuerte y que puedes superarlo.

El médico y la enfermera continuaron con sus chequeos, asegurándose de que todo estuviera en orden. Sungho se apartó un poco, dándoles espacio, pero mantuvo su mirada fija en Jisoo, rogando que este fuera el comienzo de su recuperación.