roll call ! | kpop idols smut #2

╭₊˚๑jeno﹕☁️₊˚੭

𐙚𖹭𖦹título:

pretty when you cry

𐙚𖹭𖦹user: moonhoures

𐙚𖹭𖦹advertencias: established relationship, oral (m receiving), deepthroating, cum swallowing, multiple orgasms, dacryphilia!!!

𐙚𖹭𖦹glosario: nirvana: estado resultante de la liberación de los deseos, de la consciencia individual y de la reencarnación (sinónimos: plenitud, felicidad, paraíso)

Para ti, tener sexo con Jeno era como alcanzar el nirvana. Él lo sabía y lo aprovechaba cada vez que podía.

Ninguno de los dos había discutido realmente su dinámica de poder antes de iniciar sus actividades, pero parecía bastante claro para los dos que Jeno tenía la sartén por el mango, metafórica y figuradamente. 

Él era el más dominante en su relación, incluso fuera del sexo. ¿Pero durante? Él estaba por encima de ti, en todos los sentidos de la palabra.

Como ahora: estabas de rodillas con él de pie frente a ti, mirándote mientras le chupabas la polla como la cosita obediente que eras. Sus ojos parecían derretirse cuando te veía ensanchar los labios todo lo que podías, intentando metértela lo más profundamente posible. Incluso cuando su punta golpeó el fondo de tu garganta. Incluso cuando sentiste que empezabas a tener arcadas. Respiraste hondo por la nariz y mantuviste la calma. Lamiste su semicurva erección, saboreando la sensación de sus venas en tu lengua. El suave zumbido de tu garganta hizo que sus rodillas flaquearan. Echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos.

«Joder, me encanta cuando haces eso, nena».

No podías sonreír físicamente, pero tu pecho aún estallaba con esa sensación de aleteo que sólo podía describirse como orgullo.

«Sí. Justo así», exhaló, con la cabeza todavía inclinada hacia atrás. Su mano estaba en tu nuca, sujetándote como si fueras a salir flotando si él no lo hacía. Pero su agarre no era agresivo ni dañino. 

No. Era suave, cauteloso. No ejercía fuerza sobre ti; simplemente te dejaba hacer lo que podías, «Voy a... Mierda. No voy a durar, nena, ¿dónde lo quieres?».

Jeno sabía que no te gustaba especialmente tragar. Normalmente lo preferías cuando se corría sobre tu pecho, o en cualquier sitio menos sobre ti. 

Pero a veces no te importaba, como esta noche. Había sido muy dulce y servicial todo el día, acompañándote mientras hacías algunos recados por la ciudad. Incluso había pagado la cuenta cuando fueron a comer; pensaste que era un buen momento para devolvérsela.

Así que levantaste la mano y la colocaste delicadamente alrededor de la base de su polla, evitando que la sacara. 

Pudiste oír el pequeño sonido de sorpresa en su garganta justo antes de que ahogara un gemido y se corriera en tu lengua. No fue mucho, lo cual era bueno. Lo suficiente para que pudieras tragártelo sin pensar. Cerraste los ojos mientras lo hacías, y cuando los abriste él te estaba mirando con el desconcierto más genuino en sus ojos. 

Sólo se ensancharon más cuando sacaste la lengua para mostrarle que te lo habías tragado todo.

«Eres perfecta, ¿lo sabías?», te preguntó, con las manos llenas de venas ahuecando tus mejillas mientras se inclinaba para darte un beso en la frente. Repitió: «Perfecta».

Una sonrisa radiante se dibujó en tus labios antes de que se encontraran con los suyos en un beso abrasador que se volvió más feroz a medida que avanzaba. La respiración agitada flotaba entre sus bocas cuando se separaron, desesperadas por oxigenarse.