Capítulo 4

417 75 65
                                    

Hanashi Mitsu

—¡Por favor Hanashi! Es solo un helado, nada más —suplicó Hiro.

Suspiró.

—Me gustaría Hiro, pero no puedo. Mamá no me deja salir de casa.

—Vieja maldita —reclamó.

—¡Hiro!

—¿Qué? Es cierto. —hace una mueca.

—Aparte, tengo clases con Nishinoya.

Él me miró con picardía.

—Así que eso es —me sonroje—. Me alegro por ti querida, pero me duele que no sea yo. —hizo pucheros.

—¡Hiro! —reclamó.

Se ha vuelto insoportable desde que volvimos a hablar.

—Ese es mi hermoso nombre, no lo desperdicies —guiñó un ojo.

Tomo mis cosas y salimos de la sala con tranquilidad. Me dirijo como todas mis tardes hacia el gimnasio para esperar a Nishinoya y, por alguna extraña razón, Hiro me esta siguiendo.

—¿Se te perdió algo, Hiro? —preguntó.

—Quiero conocer el club de voley —dijo sin más.

—¿Te gusta el voleibol?

—No te imaginas cuánto... —murmuró a mis espaldas.

Nos tomó unos minutos llegar al club. Al llegar, Nishinoya no tardó en notar mi presencia y venir a saludar.

—¡Hola Hanashi-san! —sonrió.

—Un gusto verlo, Nishinoya. —saludo.

—¿Hiro? —escuchó la voz de Ennoshita a mi lado.

Alzó la mirada y estaba todo el equipo mirando en nuestra dirección. Sobre todo a Hiro.

Que chismosos.

—Igarashi Hiro, un gusto. —se presentó él cordialmente.

—¿Tu novio? —preguntó el chico de cabello platinado.

No recuerdo su nombre. Que pésima memoria tengo para los nombres.

—Si —respondió Hiro.

—No. —aclaré.

Él bufó divertido.

Nishinoya no dijo nada al respecto, solo miraba atentamente a mi acompañante bastante serio.

—¿Hiro-san? —preguntó un chico de pecas, sorprendido.

—¡Tadashi! —sonrío ampliamente.

Fue directo a abrazarlo.

Pude darme cuenta que el chico alto de lentes, que siempre está con quien parece se llama Tadashi, hace una mueca de disgusto ante la acción de Hiro.

—¿Qué hace usted aquí? —pregunta Tadashi.

—Vine a verte Tada-chan. —sonrió coqueto.

Él recién nombrado se sonrojó.

El rubio volvió a hacer una mueca de disgusto.

¿Eh? ¿Qué está pasando?

—Hanashi-san, Igarashi-san —nos llamó el profesor—. Les pido que se mantengan sentados, para dar inicio al entrenamiento, por favor.

—¡Hoy haré las mejores recepciones! —exclamó Nishinoya, su tono de voz sonaba casi como un reto personal.

El entrenamiento dio inicio y con Hiro nos acomodamos en un rincón para estar atentos a todo.

Entre Rebotes y Letras | Nishinoya Yuu |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora