Las siguientes historias se centran en las peculiares situaciones en las que se ven envueltas los diferentes personajes (principalmente Amanda) que viven dentro del internado femenino Genben.
El internado Genden cuenta con un edificio dedicado a los...
Esta historia originalmente fue escrita por el talentoso escritor Kane-Crocy. Como la historia fue escrita en ingles, me tome la libertad de traducirla y publicarla en este perfil. Si saben ingles, les recomiendo ir a leerla:
Era un caluroso día de verano, pero a Amanda no le molestaba. Ahora que estaba de vacaciones, el calor no le molestaba tanto como al final del curso. «Estudiar para los finales fue duro con ese calor», se dijo, abanicándose un poco sólo de pensarlo. Por supuesto, había aprobado los finales de curso, nunca había sacado malas notas ni en sus anteriores escuelas ni ahora en su actual Internado Femenino. También se estresó ayudando a sus compañeras más lentas a estudiar para el examen para que al menos pudieran aprobar. No era algo que Amanda tuviera que hacer, pero como representante de la clase, y como alguien que odiaba ver la injusticia en cualquiera de sus formas, por supuesto, tenía que ayudarles en todo lo que pudiera.
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Pero ahora Amanda podría relajarse durante tres meses hasta el semestre de otoño, todo eso detrás de ella por ahora. «Debería intentar llamar a Hanako más tarde para ver si puede quedar pronto. Me decepcionaría que no nos viéramos al menos una vez este verano», se refería a su compañera de cuarto en el internado y mejor amiga. Se peinó un poco el pelo castaño detrás de la oreja, por ahora, sólo envió un mensaje a Hanako que decía «Amanda aquí, avísame si quieres salir pronto. Estoy disponible este fin de semana si te parece bien, después de enviar el mensaje, relajó la cabeza en la cama.
Amanda estaba visitando a sus padres durante el verano. Estaban encantados de tenerla de vuelta, ya que su hermana pequeña, Yuma, se había ido de campamento con sus amigos. «Ella es una fiera, compadezco a los monitores del campamento que tienen que lidiar con Yuma», pensó divertida, mientras recordaba que el año pasado casi echaron a Yuma por atar a la monitora principal al mástil de la bandera. Amanda se preguntaba si esa mujer había vuelto este año, de ser así, sin duda estaría vigilando a la pequeña amenaza. Amanda echaba de menos a su hermana menor, pero se alegraba un poco de que alguien más tuviera que lidiar con sus travesuras durante un rato. Así que colocó las manos un poco por encima de sus grandes pechos y cerró los ojos, quedándose dormida accidentalmente.
Amanda se despertaría unas horas más tarde, cuando el sol estaba a punto de ponerse. Se estiró un poco «diablos, ¿Por qué me dormí?» Con un suspiro, comprobó su teléfono y vio que Hanako le había contestado: «Claro, estaré disponible entonces, dime qué día te viene mejor. El mío sería el sábado o el domingo». Amanda sonrió, y contestó con el día, ya decidirían la hora más tarde.
Amanda oyó que llamaban a la puerta de su habitación. «¿Puedo pasar, cariño?», era su madre. «Sí, por supuesto» dijo Amanda mientras se levantaba y abría la puerta a su madre, que llevaba un elegante vestido rojo. «Mamá, ¿Qué te tiene así vestida?». Amanda vió que la sonrisa de su madre crecía un poco «tu padre y yo vamos a casa de los vecinos a una divertida fiesta con los otros matrimonios de nuestro bloque» su madre entonces dirigió una mirada más directa a su hija «nos preguntábamos si cuidarías a los niños de los vecinos esta noche, como habrá bebida los padres no quieren que los pequeños anden por ahí» la comprensiva hija que era Amanda asintió «Claro que puedo». Ella sabía que sus padres rara vez salían o tenían fiestas con otras personas, por lo que estaba más que feliz de hacer esto por ellos.
