El reloj de la sala de espera me estaba poniendo aún más nerviosa de lo que estaba, sin embargo, no dejaba de mirarlo. Tampoco dejaba de mover la pierna mientras esperaba a que llegase la hora de la entrevista.
La sala en la que me encontraba era pequeña, con las paredes pintadas de un gris claro y una ventana bastante grande en la pared del fondo. Había tres sillas en fila y delante una mesa de cristal pero sin nada encima.
Volví a mirar el reloj y comprobé que quedaban un par de minutos para la hora acordada así que decidí tranquilizarme y convencerme de que todo iba a salir bien.
La puerta se abrió y una chica joven se asomó. Me puse aún más nerviosa (si es que eso era posible) al ver que la chica no sonreía, estaba totalmente seria, aunque lo entendí.
-Sígueme –hizo una breve pausa- Te está esperando.
Yo me levanté y me acerqué a ella, cuando ya estaba a su altura empezó a caminar y yo detrás de ella. Fui observando que solo cruzábamos pasillos, no salas y que todos los pasillos estaban pintados de un gris algo más oscuro que el de la otra habitación.
Finalmente, tras cruzar todo un laberinto (o al menos eso me pareció a mi), llegamos a nuestro destino. Nos paramos en frente de una puerta en la que había una placa con un nombre; Aaron Hotchner.
Llamó a la puerta suavemente y acto seguido la abrió. Después me miró y se fue de allí siguiendo el mismo camino por el que habíamos venido.
Yo respiré y entré. Al entrar vi a un hombre alto, en sus 40' y con un traje que le daba seriedad. Estaba de pie a unos pocos metros de la puerta. Yo cerré la puerta a mis espaldas y me acerqué a él.
-Aaron Hotchner, jefe de la Unidad de Análisis de Conducta –me informó mientras estrechábamos la mano.
-Juliette Silverton –me presenté.
Me hizo un gesto para que me sentara y así lo hice mientras él daba la vuelta a la mesa y se sentaba en su silla.
-He estado hablando con tu anterior superior, Nathan Collins -entonces observó unos papeles mientras seguía informando- Me ha hablado sobre ti y sobre tu trabajo.
Yo asentí en silencio.
-Y debo decir que me ha impresionado la cantidad de misiones en las que has trabajado. ¿Puedo hacerte una pregunta?
-Claro, señor.
-Trabajabas en el MI6.. ¿Por qué has decidido cambiar de trabajo y venir a esta Unidad?
-Verá señor, yo estaba muy cómoda en mi anterior puesto pero cada día que pasaba aumentaban mis dudas sobre mi colaboración. Necesito sentir que soy útil, necesito saber que gracias a mis esfuerzos salvo vidas.. deseo ayudar a todas esas personas que han perdido lo que querían.
Aaron asintió y entonces apuntó algo en un papel.
-No me malentienda –llamé su atención- No me arrepiento de haber trabajado en el MI6, pero he leído sobre esta Unidad y debo decir que usted no es el único impresionado en esta habitación.
Puso sus codos encima de la mesa y juntó sus manos mientras me miraba detenidamente, creo que me estaba analizando.
-Escuchadas tus palabras y visto tu currículum solo he de decir una cosa.. –hizo una breve pausa- Bienvenida al FBI.
Respiré y cerré los ojos para disfrutar del momento. Cuando los abrí, Aaron me estaba mirando con una pequeña sonrisa, sonrisa que yo devolví.
-Juliette, antes tendrás que pasar algunas pruebas, meros trámites –se levantó de la silla y me acompañó a la puerta- En los próximos días te llamaré para informarte.
-Muchas gracias –volvimos a estrecharnos la mano.
-Por cierto, llámame Hotch.
-De acuerdo –asentí.
Él también asintió y me abrió la puerta para dejarme salir. Yo salí al laberinto, y si no me perdí, fue por pura suerte.
Cuando logré salir del edificio, me dirigí al apartamento que había alquilado, bastante cerca de la sede del FBI. Entré y decidí ir a desempacar, ya que aún no había deshecho toda mi maleta. En ella no llevaba mucho; un par de mudas, mi portátil, mi cámara y una caja con fotos y recuerdos.
-Bueno –comenté en voz alta- Tendré que ir a comprar ropa y comida.. ¡Estupendo! –exclamé irónicamente.
Así que salí a la calle con un mapa de Virginia en busca de un centro comercial. Una vez allí, lo primero que hice fue ir a las tiendas de ropa, donde rebusqué hasta encontrar la ropa que me hacía falta, la cargué en algunas bolsas y fui al supermercado del centro para comprar la comida.
Ya saliendo, cargada de bolsas, me di cuenta de dos cosas: uno, debería haber comprado menos, y dos, no me había traído el coche, debido a que era a dos manzanas y yo era partidaria de caminar: es más barato y contamina menos, pero con siete bolsas encima no es la mejor idea del mundo, sobre todo porque no ves nada. Por eso mismo, no vi el escalón al salir, y me hubiera matado de no ser por un hombre que pasaba por allí y me sujetó a tiempo.
–¿Estás bien? –preguntó mientras me ayudaba a recoger las bolsas del suelo– No deberías cargar tanto.
–Sí... Lo siento.
–No pasa nada –me sonrió–. ¿Dónde tienes el coche?
–La verdad es que he venido caminando.
–Ven, te llevo. No pienso dejar que tengas un accidente por no ver dónde pisas.
Y sí, aceptar que un desconocido te lleve en coche es un poco estúpido, pero entre que andaba desesperada y que aquel chico me inspiraba confianza, lo hice.
Mientras recorríamos las dos manzanas que me separaban de mi casa, me fijé en él. Era un hombre alto, de piel oscura, bastante musculoso. De repente me percaté de que no me había presentado.
–Soy Juliette Silverton. Gracias por traerme, de verdad.
–Derek Morgan –me sonrió–. Y ha sido un placer.
Le devolví la sonrisa y entramos las bolsas a mi casa. Me di la vuelta para invitarle a beber algo (si quisiera raptarme ya lo habría hecho) y me encontré con que había desaparecido.
'Menudo ninja' pensé mientras cerraba la puerta.
Todos perdemos nuestro camino al menos una vez. La vida te prueba para ver si puedes volver a encontrarlo.
!Aquí está el primer capítulo! Espero que os guste:3 Votad y comentad para el siguiente capítulo en el que realizará las pruebas y conocerá a los otros agentes:)
·Novela escrita con Arya333·
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Dark Souls [Derek Morgan y tu]
FanfictionEstoy segura que cuando eras pequeña siempre has querido luchar contra el mal; querías hacer lo que veías en las películas de superhéroes, querías ser uno de ellos. Todos hemos deseado ser diferentes a los demás, tener algo que sea únicamente nuestr...