Me quedé dormida toda la tarde, asta que Victoria llegó a mi cuarto y pidió que le abriera la puerta.La abrí y ella con una sonrisa, se miraba emocionada como si se acabara de ganar la lotería o algo así.
"¿Que pasa?" Pregunto confundida mirándola.
"Adriana, mira lo que me compro Tom." Me mostró su mano en la cual avía un anillo en su dedo anular.
El anillo era antiguo, era ovalado, bañado en oro y diamantes incrustados en la parte de arriba. Nunca vi cosa igual, era realmente hermoso a pesar de lo anticuado que era.
Se lo quité de el dedo para poder mirarlo mejor, no puedo negar que sentía celos y enojo, ese anillo debería ser mío, no de ella que se la pasaba quejándose de todo.
"Me lo das." La miré fingiendo una sonrisa, estiro la mano para recibirlo.
"Es lindo, pero... no lo sé, no va contigo." Se lo devolví para después darme la vuelta y sentarme en la cama.
"Dime una cosa Victoria, ¿que hiciste para que Tom te diera ese anillo?" La miré con una sonrisa pero por dentro estaba llena de celos y coraje.
"Lo que tú hiciste para que Tom te diera esta casa." Sin decir una palabra más se dio la vuelta y se fue, sin dejarme responder.
Salí del cuarto pero no para ir detrás de ella. La miré en el pasillo tomándose fotos con su nuevo anillo, no le dije nada ni siquiera la voltee a ver solo la pasé de largo y continué con mi camino.
"Adriana..." escuche atrás de mi, pero no pare solo continué con mi camino.
Llegue a la caballeriza donde estaba un caballo (Akhal-Teke) era negro, con un pelaje brillante y hermoso, a lado de él avía un hombre:
Alto, fuerte, tenía una tejana negro pantalones vaqueros y una blusa de cuatros roja de botones, tenía una barba muy bien definida, sin duda alguna ese hombre era muy atractivo.
"Hola señorita Adriana." Soltó con una voz grabe y gruesa, pero con amabilidad.
"Hola, que hermoso caballo." Dije sorprendida a el mirar a el caballo detenidamente, el hombre cuyo nombre aún no se, se acercó a mí, con una sonrisa agarró mi mano y la acercó asta la cabeza del caballo.
"¿Te gusta?" Preguntó mirando la sonrisa de mi rostro.
"Siii, es muy lindo." Dije genuinamente sin dejar de mirar a el caballo.
"¿Lo quieres montar?" Sin pensar asentí con la cabeza ahora mirándolo a el.
"Bien te ayudo a por cierto me llamo Antonio." Me mostró amablemente los pasos de cómo subir o bajar del caballo, dimos una vuelta en el, pero a el bajar se me complicó un poco.
"Mmmm oye." Voltea rápidamente hacia mí. "Es que no sé cómo bajarme ¿me puedes ayudar?" Pregunté para que después el me tomara de la cintura y me bajara, nos tropezamos y caímos hacia atrás, yo caí arriba de él pero no fue nada incómodo ya que los dos nos reímos por el accidente, pero gracias a eso no nos dimos cuenta que Tom venía caminando junto con Victoria. Tenía la pistola en sus manos y la cargó en cuanto lo voltee a ver.
"¡QUÍTALE LAS MANOS DE ENCIMA A MI MUJER!" Gritó para después disparar a alado de Antonio. Me levantó rápidamente y él también.
"¿Que hacían?" Dijo enojado apuntando a Antonio.
"Tom te juro que no hacíamos nada malo."
"Tu vete a el cuarto." Ordenó mirándome sin dejar de apuntar con la pistola a Antonio.
Me fui a el cuarto y Victoria se fue detrás de mí.
Entre y le serré la puerta en la cara.
"Adriana..." dijo desde afuera.
"¿Que quieres?"
"Que me perdones pero no manches tú también como se te ocurre andar con el que cuida los caballos."
Me levanté de la cama para abrir la puerta.
"¡Eres una pinche chismosa! ¿Sabes lo que Tom le va a hacer?" La empuje levemente mientras le gritaba.
"¿Da igual no? Solo es un empleado más". Lo dijo como si en esta casa nosotras fuéramos más que el.
"¡Lárgate hija de la chingada! ¡QUE TE LARGES! LÁRGATE PUNCHE PUTA, ¡LÁRGATE!" Grité hasta quedarme sin voz, la aventé asta que calló a el suelo.
"¿Que pasa Adriana? ¿Estás molesta por qué no fuiste suficiente para Tom?" Dijo entre risas. "Déjeme decirte que lo hice venir como tú nunca vas a poder". Me senté arriba de ella y comencé a golpearla asta que de su boca comenzó a salir sangre.
"Tú nunca vas a ser como yo, entiende de una vez que nunca vas a estar cerca de ser como yo Victoria, ¡nunca!" Me miró con los ojos llorosos.
"Eres una puta Adriana, por eso Tom me prefiere a mí." Me bajo de ella, se levantó para después mirarme llorando.
"Lárgate... pinche puta." Sonreí, se fue corriendo a su cuarto, yo también me fui a mi cuarto y esperé a que Tom viniera para que me pegara y después con mis gritos demostrarle a Victoria que él me prefiere a mí.
Se hacía tarde y a el parecer Tom no tenía intenciones de venir conmigo, ¿pero con victoria?
Me salí del cuarto para buscar a Tom. En todo el pasillo se escuchan los gritos de placer de Victoria lo cual me llenó de coraje.
Me di la vuelta para regresar a el cuarto pero choqué con Bill, tan guapo como su hermano.
"Perdón Bill... no, no te vi."
"Te está engañando." Me pegó a la pared y limpió la lágrima que escurría por mi mejilla.
"No sé porque no soy suficiente para Tom." Me levantó la cara con una de sus manos y se acercó más a mi.
"Tom no es suficiente para ti, es un inmaduro." Dijo con una sonrisa y vos seductora. "¿No quieres sentir a un hombre adentro de ti?"
"Que te pasa, yo estoy con Tom déjame."
"¿Y él está contigo?, dios Adriana te está engañando con tu mejor amiga."
"Bill déjame en paz, no va a pasar nada si?" Dije molesta, él me tomó del cuello, me pegó a la pared y me subió, me comenzó a besar.
"No por favor no." Empecé a forcejear con él pero no me soltaba.
"¡¡Aaaah!! Tom más fuerte, aaah así, no pares." Desde el cuarto de Victoria se escuchó, rápidamente me llene de celos, sentía mucho coraje que solo quería desquitarme con Bill.
"¿Adriana?" Me miró a los ojos, bajé mi mano hacia su miembro.
"Follame." Pedí para que él después me cargara y besándome desesperadamente me llevara hasta su cuarto. Me dejó caer en la cama me puse de rodillas en la cama para poder quitarle el cinturón.
"Eres una niña mala."
"Mmm creo que necesitaré un castigo.... Muy, muy, muy grande".
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In love with a demon || mafia Tom Kaulitz
FanfictionAdriana Mayer es una teibolera de 19 años, es la más codiciada de todas, pero nadie la pude tener, asta que llega el jefe de la mafia más grande y peligrosa de todo Nueva York, haciendo que Adriana cumpla todas sus fantasías sexuales sin importar qu...