In love with a demon || mafia Tom Kaulitz

"The blonde girl"

Terminé de desayunar me levanté y antes de irme.

"Adriana." Dijo Tom dejando de discutir con Bill.

"¿Que pasa?"

Tom miró de reojo a Bill para comprobar que nos estuviera viendo.

"Ven a despedirte de tu papi." Se levantó para tomarme de la cintura y pegarme a él.

"Tom que haces—" dije en voz baja para después ser interrumpida por él.

Tom me tomó más de la cintura y me beso, fue tan largo eh incómodo.

"¿Ya no? Eso háganlo en otra parte." Dijo Bill molesto, se le re notaban los celos, pero no podía hacer nada.

El ambiente era muy incómodo así que decidí irme de una vez.

"Luego nos vemos, ¿Victoria vienes?"ella me tomó de la mano y nos fuimos a su cuarto ya que el mío estaba echo un desastre.

Yo y Victoria nos pedimos perdón, fue tan lindo de su parte que todo quedó atrás.

"¿Oye y cómo vas con las pesadillas?"  Preguntó Victoria quedando seria y mirándome a los ojos.

"Ya no puedo más con eso Victoria..." rompió en llanto callando suavemente en sus brazos, me acarició el cabello mientras repetía que todo estaría bien...

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2003/25/junio

Pov's Adriana

Tengo trece años, vivo con mis papás y mis dos hermanas menores, tengo una casa grande, carros lujosos, ropa de marca, pero no tenemos a gente que nos haga la limpieza de la casa o la comida, ya que mi papá tenía miedo que un día se les soltara la lengua y hablaran de más por la violencia que se vivía en la casa, no querían que rompieran su imagen. A si que solo contrataban a personas un día por semana para limpiar toda la casa.

A pesar de todos los lujos que tenía nunca me sentí bien, me gustaba mucho ir a los barrios a conseguir mariguana y pasar las tardes fumando con unos cuantos amigos, que vivían en ese barrio.

Pero cuando llegaba a casa me caía de mi nube directamente a un maldito infierno.

"¡Adriana! Ven acá, por qué no has echo la comida, ya te eh dicho que hagas la comida cuando no estoy, ahora te quedas sin comer no quiero que salgas de tu cuarto asta pasado mañana." Me fui a mi cuarto antes de que llegara mi papá y me golpeara por no a ver echo la comida.

desde mi cuarto se escuchaban los gritos de mi papá Sergio y mi mamá Alejandra. Se la pasaban discutiendo y golpeándose ambos pero mi papá no se controlaba y la golpeaba tan fuerte que le llegaba a quebrar los brazos o piernas en ocasiones.

"Con una chingada Alejandra vengo de trabajar y aún no has hecho la comida, ¿entonces qué haces en todo el día eh?" Gritó Sergio borracho mientras aventaba los platos y las sillas de la mesa.

"Estaba ocupada ¿si? Mejor reclámale a Adriana que la deje a cargo y no hizo nada."

"Donde está esa maldita niña." La piel se me erizo del miedo, tragué saliva y entré en pánico.

Solo escuché como la puerta se abrió y yo caí a el suelo, por mis piernas débiles y mi llanto me ahogaba.

"No papá por favor, no me pegues, ¡por favor papá!" Me tomó del cabello. Me golpeó tan fuerte que por poco pierdo la conciencia.