#7- celo

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Lucy

Los días habían pasado hasta convertirse en semanas y luego  en meses. Me desperté por la mañana como cada días de los últimos meses junto a mi compañero, ya no olía a otra solo a mi y aunque  solo podíamos estar juntos  en la noche mientras estaba en modo bolo de ojos dorados, ya no discutíamos. El solo me miro y salió de la habitación.
Mientras me bañaba sentí la necesidad  de tocarme así que pensé en mi alfa, sus besos  y caricias y me masturbe. Cuando termine  quise más, mucho más eso no era buena  señal. Mi tía Wendy me  había hablado  de como era el celo después de cumplir  mis 16 años, hasta ahora  solo había sido un juego  de niños, un poco de exutacin y ganas de descubrir pero  ahora  empesaria lo duro la manilla me libraría de las demás personas  se dieran cuenta pero nada más, los demás síntomas tendría que arreglárselas sola. Salí de la habitación en busca  de Alfred que seguramente  se encontrara el la cocina.
Lucy: buenos días Alfred, necesito  pedirte algo.
Alfred: dígame señorita.
Lucy: necesito  que todo el mundo salga de la casa por unos días, no se una semana, dale vacaciones a todos los trabajadores.  Necesito estar sola  en casa me entiendes?
Alfred: entiendo perfectamente. Estamos con usted.
Me guiña un ojo y no se que es lo cree este hombre pero no estoy  de humor para tener a nadie cerca ahora  mismo.  Llamo a Gala para decirle que me tomaré uno días para mi, que debo estar encerrada en casa sola, me pregunta si necesito  algo  y le digo que no que ya le pedí a Alfred sacar a todos de la casa, la dejo más tranquila  y me dice que me llamara para asegurarme que sigo bien  en unos días.
No usaré mi primer celo contra Alexander,  necesito saber  cómo es para no caer en mi propia trampa.
Como se lo pedí Alfred sacó a todos de la casa así que no tendría problemas.  Por momentos unos dolores intensos recorrían mi interior hasta  mi entrepierna, por la diosa si esto es el primer día esto será largo y tortuoso. La mayoría de las lobas comienzan con el celo después de conocer a sus compañeros de vida pero  como a mi me tocó la mala mi tía Wendy tuvo la ducha de usarme como experimento para escribir otro de sus libros espero que almenos no pongas mi nombre  en los agradecimientos esta ves.
Estuve metida  en la biblioteca un buen  rato y cené de lo que quedó del almuerzo que me habían preparado las chicascqntes de irse, espero que estén disfrut de sus vacaciones pagadas. Que estará haciendo Alexander?  Seguro  que con alguna de sus amigas ya que mi lobo  no podrá venir  a dormir conmigo esta noche. Esa idea me molesta. Mejor sigo leyendo.
Estoy saliendo del baño a la una de la madrugada, el calor del cuerpo  me despertó y tuve que tomar un baño y masturbarme un poco para aliviar mis dolores. Escucho un ruido en la puerta  de mi habitación  y cuando volteo a ver que pasa veo ni lobo  de ojos dorados como cada noche.
Lucy: no puedes estar aquí.
El gira su cabeza a un costado sin entender.
Lucy: estoy en mi celo, no es seguro  que estés aquí  en estos días, no te lo explicaron.
El niefa con su cabeza y se acerca  para olerme.
Lucy: no vas a sentir  nada, ves esta manilla, es para evitar que alguien pueda sent mi olor.
Mi alfa toma la manilla con sus manos para quitarla pero  se lo impido mirándolo a los ojos.
Lucy: no puede quitarla, fue una orden del gran alfa.
El gruñido que sale de su boca hace que me moje por completo, dejo que me quite la manilla  y caiga al suelo.  De manera inmediata acerca su nariz  hasta mi cuello  y lo lame, quito la toalla que cubría mi desnudez, lo guió hasta la cama y me acerco hasta él.
Lucy: me vas a hacer tuya?
Un gruñido  salió de el y yo sonrio.
Lucy: tienes razón yo siempre  he sido tuya, lo volveré a preguntar. Vas a follarme?
Sus ojos dorados brillaban. Empese  quitar su pantalón mientras  el se quitaba el pulober que traía,  desnudos sobre la cama empezaron los besos y las caricias intensas. Se colocó sobre mi y dejo besos a lo largo de mi torso mientras yo me retorcía de placer, cuando  llegó hasta mi vagina se deleitó con su sabor como había  hecho en otras ocasiones. Cuando  se irguió pude ver su pene grande y duro como una roca. Diosa esto iba a doler. Se colocó  sobre mí y volvió  a besar mi cuello. Yo llevé su pene  hasta  mi entrada para que supiera  que estab lista y jugué un poco  con él para entrar un poco  en calor, mi compañero  me miraba y sonreía viendo como era capaz de disfrutar  el momento. En uno de los momentos en que entraba y sacaba la punta  de mi interior se clavó en mi de una sola estatua cada, no se volvió  a mover solo metió su lengua  hasta  mi garganta  para callar mis sollozos, me volvió  a besar lamer y morder hasta que  yo estuve lista para continuar. Al principio se movía  despacio pero  luego fue subiendo  la intensidad hasta el punto en que nos decidimos en la cama hechos una bolita. Los sonidos  que salían de mi alfa eran de plana satisfacción yo solo pude cerrar los ojos y quedar completamente rendida.

un alfa cruel 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora