un alfa cruel 3

#14- no voy a preocuparme

Su teléfono sonó varias veces  durante  la cena pero el no lo contestó.
Lucy: pasa algo.
Alexander : nada que no tenga  solución, no te preocupes.
Lucy: de acuerdo.
Luego  de cenar se marchó a su despacho  y yo a la cosina  con las chicas para ayudarlas en lo que quedara por hacer. Estuvimos un rato todas juntas hablando  de chismes del pueblo.
Lucy: y de mi que se dice por  estos días.
Todas se miraron pero ninguna dijo nada.
Lucy: vamos no me digan que no hay nada por ahí sobre mí, seria imposible, la compañera  20 años as joven del alfa a la que no quiere, vamos chicas pensé que éramos amigas.
Deris: tenemos prohibido hablar  de eso.
Lucy: qué eso? Vamos no me digas que ahora  vas a empezar  a hacerle caso a lo que te dice Alfred .
Todas reímos incluso  ella.
Deris: si ya se pero no es una orden del Alfred es de más arriba, entiendes.
Lucy: entiendo, pero de todas formas si saliera por el pueblo  también me enteraría.
Ana: lo dudo, estuve presente  cuando  le decía a Gala que tuviera mucho cuidado con la información que llegaba a tus oídos, incluso se rumorea que eres espía.
Lucy: en serio.
Deris: Ana.
Lucy : de acuerdo no preguntaré más.
Estuvimos un rato más conversando y preparando postres para mañana. En mi cabeza seguí rondando la idea.
Lucy: Deris quien crees que se atreva a enfrentarse al alfa y contarme algo. ( todas se miraron pero no hablaban) vamos chicas hasta hace unos meses no dormía en la casa, alguna de esas mujeres.
Ana: mujeres? El señor  no tiene mujeres solo a Emma.
Interesante solo ha sido una durante todo este tiempo y antes?
Lucy: yap, si ha sido una y todavía está con él seguro que no me contare nada para que el no se enoje y alguna antes de ella?  Debe  haber alguien por ahí aunque sea un enemigo que se atreva contarme algo.
Ana: el lobo de hielo no tiene  enemigos almenos no que se conozca todos le temen. La única persona que he visto desafiandolo es a usted, nisiquira la chica con la que lleva tantos años.
Deris: tuvo un tipo, ellos se habían  separado pero luego perdió la vida en un accidente y volvieron a estar juntos.
Mierda, esa no era buena señal. Tendría que asegurarme un lugar en su corazón o estaría en problemas. Seguí con las chicas como si no me hubieran dado ninguna información de intereses hasta terminar el trabajo. Fui hasta el despacho pero antes de entrar afine el oído para saber que hacía Alexander. Pude escuchar que hablaba con alguien por teléfono su tono era cansado.
Alexander: para que quieres que vaya si no podré ni entrar, el lobo quiere que esté aquí y...
- deja de comportarte como una niña que tú estás muy mayor para hacer perretas.
- iré cuando pueda.
Eso creía el no iba a permitir que se acercara a esa mujer nunca más, ahora  era mío. Toqué la puerta y lo escuché despedirse antes de permitirme la entrada.
Lucy: sigues muy ocupado? Ya quiero irme a acostar.
Alexander: ta casi termino.
Me acerco hasta él, toco su pelo y su rostro, me subo sobre su escritorio quedando frente a él.
Lucy: que te parece si vamos de vacaciones a algún sitio.
Alexander: de vacaciones?
Lucy: si no tiene que ser gran cosa, talvez a algún pueblo cercano, solos tú y yo. Que te parece.
Alexander: me parece impulsivo.
Lucy: vamos no tiene que ser nada especial, me conformo con un fin de semana, solo quiero ...
Alexander: sisi ya se lo que quieres
Río por su cara de obviedad y me voy acercando hasta quedar a orcajadas sobre el en la silla , pego mi nariz  su cuello y aspiro profundamente.
Lucy: tu olor me excita mucho lo sabias.
Alexander: en serio no tenía ni idea.
Dice de manera sarcástica.
Lucy: pues si.
Alexander: debí de imaginarme algo cuando empezaste a usar mis camisetas para masturbarte o cuando lo hacías en mi cama para que tu olor se quedara allí...no tienes ni idea lo difícil que es dormir así.
Lucy: algo me imaginé cuando te fuiste y me dejaste aquí sola.
Nos volvimos a quedar en silencio y yo volví a pasar mi nariz por su cuerpo como si el fuera mi eroina. Levanté la cabeza y lo besé, primero suave solo quería demostrarle mi cariño hacia él pero cuando sentí su dureza no pude evitar intensificar nuestro beso y restregar mi zona íntima a su ya dura verga. Agarró mi pelo como ya era costumbre en él y me separó de su boca pero seguí moviéndome sobre él. Solo me miraba moverme pero en sus labios había una sonrisa complacida. Un gemido salió de mi boca por la presión que estaba ejerciendo así que se levantó  conmigo sobre él y salimos del despacho en dirección a su habitación.
Me tiró sobre la cama y se desistió frente a mí. Mientras se tocaba su miembro duro empezó a dar órdenes, que yo cumplía sin chistar.
Alexander: desvístete... abre las piernas...tócate para mí...más fuerte...más.
Él solo se tocaba y yo lo veía y me veía. después que me corrí mirando su cara me pidió que me acercara y yo sabía para que así que me agaché frente su pene y abrí la boca para que su esencia cayera dentro. Mientras lo hacía me masageaba los cenos para exitarlo un poco más. No tardó en venirse como le gustaba y yo me deje caer hacia atrás para que viera su obra, ya que no había  caído solo en mi boca sino también en mi cara cuello y cenos. Por supuesto lo fui recogiendo y poniéndolo en mi boca con una sonrisa. Se acercó a mi, poniendo sus rodillas en la cama, para verme de cerca y tocar mi piel.
Alexander: vamos a bañarnos que tenemos  que dormir.
Lucy: pensé que ibas a partirme el culo esta noche.
Alexander: lo pensé mejor y lo voy a posponer mañana tienes que levantarte temprano, tenemos que hacer un viaje.
Eso me sorprendió pero me puse tan feliz que no pude evitar saltar sobre él.  Me coloco a horcajadas y me llevo  hasta el baño.  Había ganado otra batalla tenia que celebrarlo.

En la mañana me despierto Deris para informarme que un minuto vendrían a buscarme así que de un brinco salgo de la cama y me fui al baño. Ella solo se reía de mis ocurrencias. Me había preparado la maleta con las indicaciones que le habían dado a Alfred y todo estaba listo así que solo me puse un bonito vestido para impresionar porque  el seguro que iba en traje y sali. Ya me esperaban solo entre al auto que estaba en la puerta y de ahí salimos a buscar al gran alfa a su oficina.
Cuando salió hacia el auto pude ver a una chica detrás de él y eso me molestó. Una ver en el auto no lo mire fé fui hasta una esquina y mire por la ventana, los celos me estaban haciendo ser imprudente pero no lo pude evitar. El llamo al chófer y en la ventanilla que nos separaba se cerró de inmediato. El se acercó a mí y traro de tocarme pero  lo esquivé.
Alexander: he! Eso es nuevo generalmente te lansas a mi que paso?
Lo volvió a intentar  esta ves con más fuerza hasta que me pego sobre sus piernas.
Lucy: esa chica en tu oficina era Emma?
Alexander: no era Jull es mi secretaria y tiene un compañero.
Lo miré con ojos de cordero ilucionado y pegué mi nariz a su cuerpo.
Alexander: ves solo tu olor en mi, nada más.  Eso era lo que preocupaba.
Movi mi casa afirmando y el sonrió.
Alexander: te has portado mal, mi bebe se ha puesto celosa. Tendré que casarte.
Lo miré preocupada pero  en cuanto  vi su sonrisa en los labios sabias que ese castigo me iba a gustar.
Lucy: soy una niña muy mala ( hice un puchero) me va a doler papi?
Alexander suspiro y sentí su dureza en mis nalgas así que me frote un poco. Abrió sus piernas y pasó su mano desde mis cenos hasta mi vagina que pellizco y acaricio por encima  del vestido, luego lo subió e introdujo dos dedos en mi hendidura sin avisar. Un gemido salió de mi y eso hizo que los moviera más rápido cuando  estaba a punto de venirme saco los dedos de un tirón y yo me quedé esperando algo que no llego.
Lucy: por qué paraste casi terminaba.
Alexander: ese era el castigo casi terminar ( volví a hacer  el puchero  inconscientemente ) no no no si te enojas no volverás a follar almenos no conmigo.  Los castigos se respetan lo has entendido bebe.
Sonreí por cómo me estaba llamando ahora en la intimidad.
Lucy: si papi.
Los doy nos miramos y sonreímos nos gustaban esos sobrenombres. Ya me desquitaria después  ahora  a disfrutar las vacaciones.