Capítulo 3: Susurros en la Noche

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Las sombras de la noche se cernían sobre el cuartel general de la Guardia de Eel. Akira, envuelta en su manto, caminaba sigilosamente por los pasillos desiertos. Sabía que esta era su oportunidad de establecer contacto con Lance. Había preparado un pequeño cristal de comunicación, cuidadosamente escondido entre sus pertenencias. Debía ser rápida y cautelosa.

Llegó al jardín, donde la luz de la luna iluminaba las flores y los arbustos. Se aseguró de que no hubiera nadie alrededor antes de activar el cristal. Una suave luz azul emanó de él, y el rostro de Lance apareció, etéreo y distante.

"Akira," dijo Lance, su voz baja pero cargada de emoción. "¿Cómo estás? ¿Estás a salvo?"

"Sí, estoy bien," respondió Akira, su corazón acelerándose al ver su rostro. "He logrado infiltrarme sin problemas. No sospechan nada."

"Perfecto," dijo Lance, una sonrisa apareciendo en sus labios. "Recuerda, cada detalle que obtengas es crucial para nuestro plan. ¿Has conseguido alguna información útil?"

"No mucho por ahora," admitió Akira, "pero he ganado su confianza. Estoy participando en sus actividades diarias, y estoy segura de que pronto descubriré algo valioso."

"Bien," dijo Lance, su expresión volviéndose seria. "Ten cuidado, mi amor. No te arriesgues demasiado. La Guardia de Eel no es de fiar."

"Lo sé," respondió Akira, una mezcla de determinación y duda en su voz. "Pero también he conocido a alguien... Leiftan. Es... diferente. No sé cómo explicarlo, pero siento que puedo confiar en él."

Lance frunció el ceño, la preocupación visible en sus ojos. "Ten cuidado con Leiftan. No dejes que te distraiga de nuestra misión. Recuerda por qué estás ahí."

"Lo sé," dijo Akira, sintiendo una punzada de culpa. "No dejaré que eso pase. Te lo prometo."

"Confío en ti," dijo Lance, su voz suave nuevamente. "Solo quiero que estés a salvo. Te amo, Akira."

"Y yo a ti," respondió Akira, antes de desactivar el cristal. Guardó el dispositivo y se dirigió de regreso a su habitación, sintiendo el peso de la responsabilidad y la creciente confusión en su corazón.

De regreso en su habitación, Akira se tumbó en la cama, tratando de organizar sus pensamientos. No podía permitirse el lujo de flaquear ahora. Su amor por Lance y su lealtad a su causa debían ser más fuertes que cualquier otra cosa. Sin embargo, cada día que pasaba, Leiftan ocupaba más espacio en sus pensamientos, y eso la asustaba

[Terminada] Entre la Luz y la Oscuridad: El Camino hacia la Paz en EldaryaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora